Tras trece fechas, la B Nacional, al igual que muchas otras competencias, se detiene. Las vacaciones de jugadores, cuerpos técnicos e hinchas servirán para descansar, pero tambien, para revisar y mirar atrás como les ha ido a cada uno.

Pero el caso de Quilmes es particular por el difícil momento que vive en el presente. Y este momento tan complicado tuvo su inicio hace unos meses, cuando el primero de Junio de 2018 asumió Marcelo Fuentes al mando de Quilmes, el cual venía de dirigir a Gimnasia de Mendoza y traía consigo muchísima experiencia a lo largo y ancho del ascenso argentino. Ahora se enfrentaba a un nuevo desafío. 

El Cervecero estuvo dos meses preparándose, jugando varios partidos amistosos ante equipos como Estudiantes, Gimnasia, Vélez, Aldosivi, Temperley, Estudiantes de Caseros, Los Andes y San Martín de Formosa. Mientras tanto, la dirigencia se puso manos a la obra e incorporó un total de diez jugadores en cada una de las posiciones del campo. Más alla de reforzarse, en Quilmes comenzó a predominar la postura de ir de a poco dándole oportunidades y minutos valiosos a juveníles que se destacaban en Reserva.

Finalmente llegaron los últimos días de agosto, y daría inicio para Quilmes la campaña 2018/19 de la Primera B Nacional, ante Atlético Rafaela en Santa Fé. El debut de un equipo que venía de salvarse en la última fecha de la pasada campaña del descenso y que daba inicio a su sueño de volver a Primera División. El primer equipo titular que decidió alinear Marcelo Fuentes fué con Bilbao; Lozano, Ortíz, López, Cardozo; Bellone, Max, Imbert, Noble; Anselmo y Blanco. Del banco de suplentes ingresaron los juveniles Zabala y Giani. Un total de cinco jugadores de las categorías inferiores que tuvieron minutos en aquel partido. Sin embargo, las cosas empezarían negativamente con una derrota 2-1, con gol del lateral Cardozo. En su debut como local, el Cervecero conseguiría sumar sus primeros tres puntos, registrando su única victoria en casa, ante Los Andes por 2-0. Doblete de Federico Anselmo, que parecía perfilarse como uno de los hombres importantes de Fuentes. Cabe destacar que aquel partido, Fuentes repitió el mismo 11 inicial de la primera fecha. E increíblemente esa sería la única vez que Quilmes repetiría el mismo equipo en todo el torneo, ya que el resto de los partidos tras esa fecha el entrenador, ya sea Fuentes o Lemos decidiría modificar el equipo.

Nuevamente, Quilmes tendría que viajar, y muy lejos ya que le tocaba jugar ante Central Córdoba cayendo 1-0, y a esto le siguió otra derrota por la mínima contra Almagro. Tras dos derrotas consecutivas con las que se empezaría a sembrar la duda sobre el entrenador, llegaría una pequeña racha positiva de resultados.

Realizando dos modificaciones en el 11 titular, las de Lluy y Érik Ramírez por Cardozo y Max, el Cervecero conseguiría una victoria balsámica ante Platense de visitante por 2-1. Goles de Blanco y Bruera, para llegar a sumar un total de 7 puntos de 15 hasta aquel momento. Lamentablemente sería la última vez que Quilmes ganase un partido en la B Nacional. Volvería a jugar como local y llegaría al empate ante Gimnasia(M) por 1-1, con gol de Imbert, y repetiría la misma igualdad la fecha siguiente ante Villa Dálmine en el que nuevamente aparecería el jóven Blanco para arrancar un punto de un partido complicado en Campana. 5 puntos de 9 totales en esos tres partidos que servían y mucho, a pesár de no ser tan valorados por aquel entonces.

De aquí en adelante, volvería la racha negatíva del equipo con la derrota 1-0 en casa ante Agropecuario, la goleada recibida en Sarandí por Arsenal 4-1, y otra caída más en el Sur, esta vez ante Defensores de Belgrano por 2-1. Este sería el primer partido de Leonardo Lemos, DT de la Reserva, al mando del primer equipo, tras la desvinculación de Marcelo Fuentes con el club. Fuentes habría protagonizado un incidente con un periodista local, lo que generaría su despedida del Cervecero. A su vez, sería en este partido que Marcos Ledesma tomaría el puesto de arquero titular y no lo soltaría hasta el último partido. Lemos, buen conocedor de las inferiores del club, alinearía a seis jugadores del club en la cancha. A pesár de la derrota, comenzaba una nueva era para Quilmes, una nueva oportunidad de hacer las cosas bien.

Al Cervecero le quedaban tres partidos más en el 2018, y tenía como objetivo principal tratar de sumar, ya sea de a tres, o solo un punto. Logró cumplir con su cometido, registrando tres empates, ante Gimnasia de Jujuy(0-0), Santamarina(0-0) e Instituto(1-1) con gol de otro canterano, Justo Giani. Para los dos últimos compromisos, se acordó la incorporación del defensor surgido en club, Alan Alegre por la lesión de Tomás López. Una adición de mucho nivel y experiencia al conjunto quilmeño.

Hoy, con el campeonato en pausa, el Cervecero se ubica entre los últimos puestos de la tabla de posiciones de la B Nacional, 23ero. con 11 puntos, siendo exactos. Dos victorias, cinco empates y seis derrotas. Otros datos relevantes son que marcó solo diez goles y recibió un total de quince, siendo uno de los equipos menos goleadores y más goleados, respectivamente. Además, solo consiguió mantener el arco en cero en dos partidos. A esto le agregamos la estadística de que como visitante solo cosechó 6 puntos de un total de 21. Como local, la situación es peor, ya que sumó cinco de 18 puntos disputados. 

¿El resultado de todos estos números negativos? Quilmes se encuentra sumergido en el fondo del Descenso en la tabla de promedios, y momentáneamente estaría descendiendo a la Primera B Metropolitana. Tanto el conjunto del Sur como Los Andes tienen un promedio de 1.162, alejados del equipo que marca la salida de la Zona de Descenso, que es Villa Dálmine con 1.234 de promedio. Esta es la preocupación más grande del hincha, dirigente y jugador de Quilmes, la de un posible nuevo descenso. En caso de producirse, serían dos descensos en tres años para este equipo tan golpeado en muchos aspectos. 

Fuente: promiedos.com.ar
Fuente: promiedos.com.ar