Al parecer con los años, Quilmes empeora. Una dura realidad para uno de los equipos históricos del fútbol argentino. Un fútbol argentino que por cierto, también esta bastante manchado y golpeado por la violencia y la desorganización que predomina en el país.

Pero centrándonos en el Cervecero, ya por el hecho de haber iniciado el año disputando la Primera B Nacional, es algo preocupante y frustrante. Es la primera vez en 5 años que Quilmes comienza un año jugando en segunda división. Desde 2013 en adelante, el conjunto del Sur siempre disputó el campeonato de primera división, tras ascender por última vez en la campaña 2011/12 de la mano de Omar De Felippe.

El espejo del 2017, y las complicaciones institucionales

Un 2018 que fue muy similar al pasado año 2017 en cuanto a números y estadísticas, ya que tanto en un año como en el otro, Quilmes no logró ganar más de ocho partidos, recibió más goles de los que convirtió, tuvo más de dos entrenadores por la inestabilidad, y mucho otros datos que lo complican. Sin embargo, la efectividad de los resultados que consiguió Quilmes este año es un poco mayor que la del pasado 2017, lo que no quiere decir que el Cervecero haya mostrado un buen juego. La forma de jugar y la imagen del equipo fue tan pobre como la de hace un año atrás, o incluso peor.

Nuevamente, la comisión directiva no estuvo acertada a la hora de traer refuerzos, ni directores técnicos, ya que más de la mitad de los jugadores que se pusieron la camiseta blanca no supieron rendir a la altura. A esto le sumamos el polémico caso de un entrenador que generó el mismo su salida del club tras discutir con un periodista.

No podemos olvidarnos tampoco del molesto, infaltable e interminable tema económico que azota al club desde hace unos años, cuando asumió la actual dirigencia presidida por Marcelo Calello. Numerosas deudas con los empleados de cada instalación que tiene el club, lo que conlleva a los paros y las quejas de estos trabajadores, junto a la imposibilidad que tiene el club de vender jugadores, el concurso preventivo de acreedores que actualmente se encuentra en stand by, y mucho más. Se dice que la deuda que tiene Quilmes rondaría los 4 millones de pesos apróximadamente.

Primera mitad del año: Salvación del descenso en la última fecha

Quilmes empezaba este 2018 tras disputar la primera mitad de la B Nacional 2017/18. Después de un inicio de torneo aceptable con 3 victorias, 5 empates y 4 derrotas, el Cervecero cerraba el 2017 situado en la 16ta. posición y apuntaba a este 2018, cuando disputase la segunda mitad del campeonato, para repuntar y mejorar su situación. Para eso, primero el equipo tuvo su típica pretemporada, en la que viajó a Mar del Plata y se alojó en las instalaciones que tiene River Plate en dicha ciudad, donde jugó una serie de amistosos. Además Mario Sciacqua había asumido hace muy poco como nuevo director técnico y de a poco, debía formar el equipo. Barracas Central, Alvarado, Godoy Cruz, Estudiantes y Nueva Chicago(estos tres últimos, ya de vuelta en la ciudad de Quilmes) fueron los rivales ante los que se preparó el cervecero. Los resultados en general, fueron positivos y sirvieron de cara a lo que se venía.

Para la reanudación de la B Nacional, Quilmes incorporó al experimentado delantero Leandro González, proveniente de Atlético de Tucumán que con 32 años, se convertiría en uno de los fijos de Sciacqua y en un jugador respetado por la gente. A este se le sumaría el volante Gabriel Ramírez, que llegaba a préstamo de Lanús y el delantero uruguayo Álex Silva, que provenía de Rampla  Juniors.

Restaban 12 fechas para terminar el torneo y el Cervecero debía sumar lo máximo posible para no tener problemas con el descenso, y por que no, tratar de llegar a los puestos altos de la tabla y entrar al reducido por el ascenso. Pero todo sería mucho más difícil de lo que parecía. Empató 1-1 en el primer partido de la continuación del torneo en la visita a Agropecuario. Caneo adelantó rápidamente a Quilmes, pero un error en la defensa generó el gol en el último minuto del rival, lo que dejo un muy mal sabor de boca al conjunto del sur. A esto le siguió una caída como local ante Flandria por 2-0, que tiró definitivamente abajo a Quilmes.

Pero el Cervecero sacaría fuerzas de donde nadie sabe, y volvería a sumar 3 puntos tras un largo tiempo sin poder hacerlo. En Puerto Madryn, tierra encantada para este equipo donde logró un ascenso, superó 2-1 a Brown con goles de Caneo y Alex Silva. Y la euforia se prolongaría una fecha más, ya que una semana después Quilmes recibía a Brown de Adrogué y lo goleaba inesperadamente 3-0 con los tantos de Torres, Larrea y Strada. Comenzaba a crecer la esperanza, pero eso no significaba nada si el Cervecero no seguía sumando puntos ya que la lucha por no descender era muy férrea y no se decidiría hasta el último partido. 

A pesar del subidón por la victoria, Quilmes perdió sus dos partidos siguientes, ante Ferro 1-0 en Caballito e Independiente de Rivadavia como local, también por la mínima. La cosa se ponía cada vez más seria porque con esos resultados el equipo momentáneamente descendía y solo quedaban 6 partidos. Nuevamente, se levantó y superó en Mar del Plata a Aldosivi por 3-1, el campeón de ese torneo. Los goles de Ilarregui que fue la figura, y del recientemente incorporado González por duplicado hacían renacer a Quilmes. 

A pesar de caer ante Allboys en la siguiente fecha 3-2 con polémica, y con goles de Lluy y González, el equipo jugaba mejor bajo presión. En sus últimos cuatro partidos, en los que tendría que sumar obligatoriamente para salvarse de descender, empató 1-1 con Mitre (Ilarregui), venció 2-1 a Morón(Torres y Cadenazzi), 2-0 a Rafaela(Cadenazzi y González) e igualó en la fecha final ante Boca Unidos por 1-1(Cadenazzi) con lo que confirmó su permanencia en la B Nacional.

Terminó el campeonato 12do. con 32 puntos, fruto de 8 victorias, 8 empates y 8 derrotas, y a tan solo 3 puntos del Reducido por el Ascenso. A pesar de la buena campaña que redondeó Sciacqua, el mismo entrenador decidió renunciar una vez que el campeonato finalizó y buscar nuevos aires.

Descanso y a empezar de cero

Llegaban las vacaciones para los jugadores, pero al mismo tiempo muchos de ellos trataban de buscar una salida del equipo, de cara a la próxima temporada. Mientras algunos decidieron retirarse(como Colotto, hoy mánager del club, o el histórico "Chirola" Romero), otros simplemente firmaron con otros equipos, cuyos casos más importantes son los de el ídolo Caneo (Atlanta), Tripodi (Agropecuario), Ilarregui (Argentinos), Leandro González (Temperley), Jonatan Torres (Almagro), entre otros.

Tras un mes de descanso, el 8 de Junio Quilmes anunció el nuevo encargado de dirigir a la primera división, que sería el experimentado Marcelo Fuentes, y el día 11 de ese mes, reiniciaría la actividad futbolística, con el comienzo de la pretemporada. Curiosamente, y dada la enorme cantidad de bajas, ese día Quilmes inició dicha etapa con más de 20 jugadores de las divisiones inferiores entrenándose en el plantel profesional. 

A medida que iban pasando las semanas, y la dirigencia iba organizando partidos amistosos ante equipos como Estudiantes, Gimnasia, Aldosivi, Vélez, Temperley, y diversos equipos del ascenso, también empezaba a preguntar por varios jugadores, y a llegar a acuerdos con algunos de ellos para la nueva campaña en la B Nacional. En este orden llegaron a Quilmes, Marcelo Cardozo(Cafetaleros, México), Nicolas Ortíz(Gimnasia), Emanuel Bilbao(Brown de Madryn), Mauro Bellone(Flandria), Matías Noble(Gimnasia), Sebastian Sosa Sánchez(Juventud Unida), Juan Imbert(Chacarita), Federico Anselmo(Argentinos), Eric Ramírez(Gimnasia) y Facundo Bruera(Estudiantes).

Sumado a 14 jugadores que permanecieron en el equipo de la pasada campaña, y 9 juveniles que firmaron contrato con el plantel profesional, el plantel de Quilmes quedó conformado con un total de 34 jugadores para así disputar el campeonato de la B Nacional 2018/19.

Otra oportunidad

El debut llegaría un 27 de Agosto, en la cancha de Atletico de Rafaela. Lamentablemente, el Cervecero comenzaría el torneo con el pie izquierdo, cayendo por 2-1 ante el local. Sin embargo, en la fecha siguiente con su debut como local, encontraría la primera victoria ante Los Andes por 2-0, con doblete de Anselmo. A pesar de sumar sus primeros tres puntos, Quilmes todavía no se encontraba a sí mismo dentro de la cancha y perdería 1-0 ante Central Córdoba en una cancha muy difícil, y en casa también por la mínima frente a Almagro. En la quinta fecha, se daría el mejor partido de Quilmes en lo que llevamos de campeonato, cuando le tocó visitar a Platense. Superó al Calamar con autoridad por 2-1, con los tantos de Blanco y Bruera.

Después de esos cinco primeros partidos, la tranquilidad y la calma irían desapareciendo en el Cervecero, con el fantasma del descenso acechando cada vez más por cualquier cancha en la que jugara el equipo. Además, Marcelo Fuentes dejaría su cargo tras insultar a un periodista local y a su esposa, ganándose su salida. Leonardo Lemos, entrenador de la Reserva e interino en muchas ocasiones, pasaría a ser oficialmente el nuevo director técnico de Quilmes, siendo un hombre "de la casa" y buen conocedor de las divisiones inferiores.

Lamentablemente a partir de aquel partido ante Platense en adelante, Quilmes no volvería a saber lo que es ganar un partido, sin poder pasar del empate o simplemente perdiendo. En los 8 partidos siguientes, el Cervecero registró dos empates por 1-1. Primero recibiendo a Gimnasia de Mendoza, y después visitando a Villa Dálmine en Campana. Luego perdería 1-0 ante Agropecuario, sería goleado 4-1 por Arsenal y otra vez derrotado 2-1 frente a Defensores de Belgrano(primer partido de Lemos al mando). Luego restarían tres partidos para finalizar el año y cerrar la primera mitad de la liga, y Quilmes empataría los tres. 0-0 con Gimnasia de Jujuy, y con Santamarína y 1-1 en el último partido ante Instituto en Córdoba. Previo al partido ante Santamarina, Quilmes también acordó la llegada del defensor Alan Alegre para reforzar la zaga central tras la lesión del titular Tomás López. 

El Cervecero cerró la primera mitad del campeonato, ubicado en la 23era. posición, la antepenúltima, con tan solo 11 puntos obtenidos de 39 posibles. Lo más preocupante de todo sin dudas no es la baja posición en el Campeonato, ya que con los 11 partidos restantes por jugar en la B Nacional se puede remontar y subir puestos. Tampoco que sea momentáneamente uno de los equipos menos goleadores y más goleados, o con menos arcos en cero en el campeonato. Lo alarmante es el hecho de que Quilmes este hundido en la zona de descenso a la Primera B Metropolitana, al término de 2018. Promedio de 1.162 que comparte con Los Andes, y representa un número que hacer sufrir a la gente de Quilmes en estas fiestas.

Resumen del 2018

En una visión global del 2018 en lo futbolístico, Quilmes disputó un total de 25 partidos oficiales entre el campeonato anterior de la B Nacional(2017/18), y el actual(2018/19). De esos 25 encuentros, ganó 7(a Brown de Puerto Madryn, Brown de Adrogué, Aldosivi, Morón, Rafaela, Los Andes y Platense), empató 8(ante Agropecuario, Mitre, Boca Unidos, Gimnasia de Mendoza, Villa Dálmine, Gimnasia de Jujuy, Santamarina e Instituto) y perdió 10 (ante Flandria, Ferro, Independiente de Rivadavia, Allboys, Rafaela, Central Córdoba, Almagro, Agropecuario, Arsenal y Defensores de Belgrano). Marcó 27 goles y recibió 28. Sumó un total de 29 puntos de 75 posibles, lo cual arroja un 39% de efectividad, entre los tres entrenadores que estuvieron al mando del equipo en este año: Mario Sciacqua, quien lo salvó del descenso(12 partidos), Marcelo Fuentes (9 partidos) y Leonardo Lemos, actual entrenador(4 partidos).

Como visitante, Quilmes tuvo un mejor promedio de efectividad que jugando de local. De los 13 partidos que disputó el Cervecero fuera de casa, ganó 4, empató 5 y perdió 4, con 44% de efectividad. Mientras que siendo local, en el estadio Centenario, de los 12 partidos que jugó, solo ganó 3, empató 3 y perdió 6, sacando un promedio de 33% de efectividad en el sur.