Rodrigo Gómez cumplió uno de sus sueños: jugar en Unión, club del que es hincha fanático. Nació en el barrio de Las Flores, debutó en Primera División con la camiseta de Argentinos Juniors. A partir de allí, comenzó a ganarse un lugar en Argentina a punto tal de pasar por un grande como Independiente y codearse con buenos jugadores de América en Toluca de México.

Pero había algo que le faltaba y en la última temporada logró cumplir uno de sus deseos, que era calzarse la casaca del Tatengue. Quizás su paso por la institución de sus amores no fue el deseado, ya que le costó adaptarse en los primeros seis meses y, amén de algunas buenas presentaciones, no pudo entrar en la sintonía de un equipo que tenía bien instaurado el gen en la segunda parte.

En todo momento Droopy manifestó sus intenciones de continuar. Incluso el DT, Leonardo Madelón, lo tenía en cuenta, pero el club dueño de su pase pretendía un dinero que el Tatengue no estaba en condiciones de afrontar para negociarlo. Es así como deberá continuar su carrera en otro lado. El jueves pasado se presentó a la pretemporada en el predio Casasol, pero no entrenó.

Pero antes de ello, disfrutó a pleno el miércoles 2 de enero sus flamantes 26 años en compañía de sus seres queridos y al ritmo de Coty Hernández, también confeso fanático del Tatengue, algo que fue retratado en una de las historias de instragram, en la cuenta oficial del jugador.