La fecha 17 arrancó este viernes en un partido clave en la lucha de abajo, la de los promedios, de la que nadie quiere ser parte. Gimnasia recibía en el Bosque a Tigre, urgido de puntos. Mariano Echeverría apostó con un nuevo esquema, sin Cachete Morales y con la inclusión y debut de Nicolás Colazo como volante por izquierda y Walter Montillo de enganche, con un solo punta (4-2-3-1).

En un cotejo parejo en los primeros minutos, en los cuales el Matador contó con algunos tiros de esquina que no pudo usufructuar. Lucas Janson, que jugó de volante, tuvo un comienzo prometedor, mientras que la primera chance clara la tuvo Fede González, que no pudo vencer la valla defendida por Alexis Arias, quien contuvo su disparo. El Matador dominó buena parte del primer tiempo, con posesión, tiros libres y buenos toques, pero sin generar chances claras más allá de la mencionada de Fede.

De los rivales directos, a Tigre solo le queda medirse contra Patronato.

El equipo visitante presionaba y así llegaba la segunda ocasión, por medio de Montillo: error en la defensa de Gimnasia, que aprovechó la Ardilla, quien la picó afuera del área y la pelota se marchó apenas arriba del travesaño. El Lobo prácticamente no inquietaba a Gastón Guruceaga, hasta los últimos 10 minutos de la primera etapa: primero, con un remate de afuera de Matías Gómez que pasó cerca y luego, un desborde de Maxi Comba que el arquero llegó a desviar.

En la última jugada del primer tiempo, un gran contragolpe matador no pudo ser aprovechado: toques de primera entre Fede González, Montillo y Janson para la entrada totalmente solo de Martín Galmarini, por derecha, que con la pelota picando, remató adentro del área y le erró al arco. El capitán desaprovechaba una ocasión nítida de gol.

En el complemento, Gimnasia salió más decidido y contó con una chance muy clara de Brian Mansilla (recién ingresado), que tapó Guruceaga, que minutos después, tuvo que intervenir ante envíos aéreos. Era otra la cara del dueño de casa. Y así llegaba su premio a los 9 minutos: gran pelotazo de Lorenzo Faravelli para la entrada del Monito Gómez, que le ganó en velocidad a los centrales y la rozó ante la salida del arquero, que esta vez no pudo salvar su arco. Baldazo de agua fría para los de Victoria.

Echeverría trató de sumar peso ofensivo, con los ingresos de Diego Morales y Hugo Silveira. Cachete, justamente, tuvo en sus pies el empate, con un tiro libre que iba al ángulo, peor que llegó a desviar Arias. Tigre atacaba, Gimnasia trataba de liquidarlo por medio del contragolpe.

Cuando parecía que el Lobo manejaba el trámite, llegó el empate del Matador: centro de Montillo, cabezazo de Silveira, palo y el uruguayo, debajo del arco, empujaba la pelota al fondo de la red: tercer gol consecutivo para el charrúa e igualdad en un momento clave. Los últimos 15 minutos iba a ser apasionantes, con Tigre yendo al ataque con todo y dejando espacios atrás.

Tigre es el equipo más goleado de la Superliga: 30 goles en contra.

El visitante, urgido de ganar, iba con todo a buscar la victoria: Ccahate Morales contaba con una gran oportunidad entrando al área, pero una vez más respondía Arias. Gimnasia esperaba a su rival, hasta que a falta de cinco minutos, a través de un tiro de esquina, apareció Maxi Coronel, que de cabeza, volvía a adelantar al Tripero. Mismo gol que le hicieron a Tigre en la fecha pasada, contra San Martín de Tucumán (Acevedo). 

A falta de tan poco para el final, ese gol fue un shock para los dirigidos por Echeverría, que en el minuto 90, iban a recibir el golpe de knock out: Alexi Gómez, entrado en el segundo tiempo, clavó un zurdazo a la red: 3-1 y final, triunfo del anfitrión, que se aleja de la zona roja (está con 88 puntos, siete arriba del último que está descendiendo).

Aún restan ocho jornadas (24 puntos en disputa). Sin embargo, la sensación al oír el pitazo final de Jorge Baliño fue la de la desazón total. El Matador no aprovechó los momentos para ponerse en ventaja y, una vez, lo pagó carísimo. Solo un milagro salvará a Tigre del descenso.