"Cuando Andrés Merlos pitó el final del partido, el estadio entero emitió un rugido de desahogo, y los jugadores se abrazaron adentro del campo de juego. Todos supieron que ganaron una final contra Patronato, partido que había que ganar sí o sí al tratarse de un rival directo en los promedios. Si bien la permanencia sigue lejos, ya no parece una utopía como semanas atrás.

Ya con Mariano Echeverría, en sus últimos partidos dirigidos, Walter Montillo empezó a tener más minutos adentro de la cancha. Con experiencia y talento, es la estrella del elenco de Néstor Gorosito. Marca la diferencia de un modo tal que sentó en el banco de suplente a un peso pesado y referente como Diego Morales. No obstante, en este 2019, La Ardilla está logrando que no se extrañe tanto a Cachete, quién está entrando en los segundos tiempos.

Los números de Montillo reflejan a la perfección su enorme presente: 16 partidos jugados en el Matador, tres goles y siete asistencias. Es el máximo asistidor de la Superliga y tras su notable actuación ante Rosario Central en Arroyito, volvió a ser conductor ante Patronato y anotó el gol del triunfo, de tiro libre (con ayuda de Sebastián Bértoli). No brilló como en partidos anteriores, pero el 14 demostró estar a la altura de las circunstancias: personalidad, actitud para jugar bajo presión y búsqueda de sociedades en la zona ofensiva de manera permanente.

Al finalizar el partido, como es habitual, el enganche charló con los medios en nombre del plantel. Expresó que "ganaron un partido de seis puntos", que "todavía faltan cinco finales más" y le agradeció a la gente el gran apoyo que siempre reciben en el Coliseo de Victoria. Es consciente de lo que se está jugando y se está poniendo esa responsabilidad al hombro. En junio de 2017, entre lágrimas, anunciaba si retiro del fútbol en Botafogo. El fútbol le dio una oportunidad más y Montillo no la desaprovechó. Juega como en sus mejores años. En abril, en el Monumental, quiere volver a llorar, pero de alegría...