Antes de la salida de Gustavo Alfaro a Boca Juniors, el "Globo" se encontraba entre los cinco primeros de la Superliga y soñaba con hacer un gran papel en la presente edición de la CONMEBOL Libertadores. Sin embargo, hoy está un poco lejos de ese panorama. Luego de que el ex entrenador dejara su cargo para sentarse en el banco de La Bombonera, las dudas comenzaron a aparecer en el equipo y en como volvería a rearmarse con estos cambios. El elegido para hacerse cargo fue nada mas ni nada menos que el "Turco" Mohamed, quien aceptó iniciar su cuarto ciclo al mando del equipo de Parque Patricios. Con su llegada, todo parecía renovarse y las ilusiones se mantenían a flor de piel, pero la realidad golpeó con dureza.

Con Mohamed en el banco, solo se consiguió un triunfo en 9 partidos entre Superliga y Libertadores y el rendimiento del equipo bajó considerablemente. A pesar de que en la derrota con Racing y en el empate con Vélez el equipo mostró coraje y actitud, no fueron suficientes. Por lo que en los partidos posteriores todo se fue perdiendo y los jugadores no encontraron su lugar en la cancha

De todas formas, no todo es negativo. Ayer frente a Emelec se vio a un Huracán distinto, con otras ganas y, por más que le haya faltado para ganar, fue una muestra de que de a poco quiere ir levantando cabeza. Aunque no se haya llevado la victoria fue más que su rival y en condiciones adversas, como lo es jugar de visitante en Ecuador y con la lluvia como condimento especial. 

El esquema con el que salieron los "quemeros" a jugar en Guayaquil fue casi el mismo que venía usando en los partidos anteriores con los titulares. La diferencia estuvo en el centrocampista Andrés Roa, el colombiano supo hacerse cargo del balón y comandar los hilos del equipo, sobre todo en el segundo tiempo, que fue cuando dominaron mayormente el encuentro. Junto a él se asoció de gran manera Carlos Auzqui y lograron llevar adelante al equipo, sobre todo para hacerle llegar la pelota a Lucas Barrios, Lucas Gamba y Andrés Chávez, cuando le tocó ingresar. También Iván Rossi fue otro de los puntos altos.

Si bien Emelec no fue un equipo que hizo fuerza (de hecho, su cuerpo técnico se fue insultado) fue un buen augurio para Huracán, que espera poder levantar cabeza y de a poco volver a meterse en la lucha por los puestos altos del torneo argentino y la clasificación a los octavos de final de la CONMEBOL Libertadores.