El actual defensor de Talleres y ex-Boca, tiene tan solo 22 años y ya habla como un líder, en una entrevista con el canal TyC Sports, mostró la importancia de los mensajes que dejan los jugadores dentro y fuera de la cancha.

 
A continuación, lo más relevante de  la entrevista:
 
¿Te sentís un bicho raro en el fútbol?
 

Un poco diferente me siento por algunas cosas que me llaman la atención o me preocupan, pero eso no quita que tenga una relación estrecha con mis compañeros. Tampoco hablo desde un pedestal. Pero sí, creo que no somos muchos los que nos interesamos en temas ajenos a lo estrictamente futbolístico.

 
¿Las reglas mandan que el futbolista  solo se tiene que encargar de entrenar y jugar?
 
Eso está bastante instalado en el ambiente y en la opinión de los hinchas. Yo trato de resaltar lo opuesto, porque más allá de que es nuestro trabajo también tenemos una vida aparte, como cualquier trabajador de otro ámbito.
 
Hace poco, te cruzaste con un hincha que te reclamó que te ocuparas de entrenar, ¿cómo te manejas con las redes sociales?
 
En ese caso intenté usar la ironía porque un poco me había molestado. Siempre estoy dando la misma explicación, que no es algo contraproducente tener otras preocupaciones, y que si yo juego bien o mal no va a ser por lo que haga afuera de la cancha. Llego todas las mañanas temprano a entrenar y hago todo lo que esté a mi alcance para que la práctica salga bien. Me siento totalmente comprometido con el club y con el equipo.
 
Cuando llegaste a Talleres, dijiste que el vestuario de Boca  estaba lleno de “gorilas” y eso generó un cruce con Pablo Peréz, ¿Qué fue lo qué pasó?
 
Con el tiempo voy encontrando mejores formas de expresarme. Cuando dije eso después razoné y analicé que era mejor no haberlo dicho. No fue para nada bueno. Más allá de todo, fue más la repercusión que se originó por el amarillismo que hay en muchos medios y por lo que la gente quiere levantar. No fue más de un cruce de palabras y quedó todo solucionado. Incluso después nos cruzamos en un partido y estuvo todo bien.
En el último mercado de pases se mencionó a River como un posible destino, ¿Qué tiene de cierto eso?
 
La verdad es que no hubo contacto. No tengo drama en decirlo porque el hincha merece saber la verdad. Fue más un rumor que otra cosa. Lamentablemente estamos llenos de rumores, no solo con los pases. Cuando las cosas no salen bien escuchamos cosas totalmente absurdas que nos dan entre enojo y risa. Por ejemplo, quedamos afuera de la Copa y se dijo que el Cholo Guiñazú no jugaba más porque se había agarrado a palos con un compañero. O que otro jugador se había lesionado en la pileta y que por eso el Cholo había dejado el fútbol. Cosas totalmente absurdas que no resisten el menor análisis y que no podemos creer como calan tan hondo en un montón de gente. 
¿Jugarías en River a pesar de haber jugado en Boca?
 
Creo que mi paso por Boca no ha sido muy significativo, más allá de haber hecho las Inferiores en el club y de haber llegado a Primera. Eso es algo que me va a quedar marcado para siempre, pero no creo que mi pasado sea algo problemático. Igualmente, repito, que no existió esa posibilidad de River.
¿Cuál es tu visión sobre la situación política actual?
 
Paupérrima. Nosotros estamos al margen porque el fútbol parece ser una burbuja, no solo en lo social sino también en lo económico, que es muchas veces lo que mueve lo social. Pero podemos observar que gran parte de la población la está pasando muy mal, que no pueden pagar los impuestos, que tienen que empezar a desprenderse de cosas y de acciones que hacían. Hay una gran pérdida del salario real, con inflación muchos más alta que los aumentos. Todo eso repercute en que la situación sea deplorable y que vaya empeorando.
 
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