Brown recibió a Quilmes, en un partido en el que el Cervecero se jugaba mucho. Una victoria de la visita confirmaba su permanencia en la categoría y el descenso de Los Andes. Pero la historia fue otra, y la definición no se sabrá hasta el próximo fin de semana.

Desde el comienzo, el local se sintió más cómodo en la cancha, logrando generar llegadas por los costados, las cuales no eran aprovechadas en su totalidad, pero alertaban a Quilmes. Por medio de uno de los hombres más peligrosos de la Banda, Lautaro Parisi, Brown tuvo la primera con un remate alto. Minutos más tarde, Mauro Bazán desbordó por el otro extremo y sacó un disparo potente que controló el arquero Marcos Ledesma. 

Conforme fueron avanzando los minutos, las aproximaciones se diluyeron, y se transformaron en singulares intentos que o bien, eran despejados por la zaga rival, o terminaban con facilidad en las manos de Ledesma. De todas formas, Brown era el dueño de la pelota y del partido, y el conjunto de Leonardo Lemos no lograba asentarse, ni generar peligro. 

Cerca de los 26' los chubutenses perdieron a su central Rasmussen por lesión, y cerca del final del primer tiempo, Tomás Blanco presionó y recuperó una pelota en la mitad de la cancha, trasladó, se acomodó y sacó un remate de derecha que no iba muy fuerte, pero si esquinado y que superó a Gonzalo Laborda. Si bien el arquero falló, el delantero tuvo mucho mérito y generaba mucha ilusión en su equipo.

Tras el entretiempo, que claramente sirvió para reordenar las ideas, el duelo se reanudó de una manera mucho más entretenida. Porque a los dos minutos, Juan Imbert se encontró una pelota llovida y casi de tijera envió su remate al palo. Rápidamente, la situación viajó a la otra área donde el delantero Joel Martínez se perdió una ocasión importante con un cabezazo muy desviado. 

Más adelante, el visitante volvió a avisar con un cabezazo de Rodrigo Mieres, nuevamente al palo. En un córner posterior, Alan Alegre envío de cabeza la pelota pegada al palo. El Cervecero debía estar ganando por más. El dominio inicial desapareció, Brown volvió a meterse en partido y llegando a la mitad del complemento, consiguió una penal. Lozano cometió la pena máxima tomando en el área a Parisi que se disponía a rematar, y sería el mismo número 7 el que lo cambiaría por gol, 1-1.

Tras algunas jugadas más del local, bien defendidas por la visita, el partido se calmó. Seguía disputándose con intensidad y ninguno de los equipos podría desconcentrarse ni un segundo, pero transcurría sin muchas más chances ni para uno ni para otro. Avecinándose el final del encuentro y con ambos entrenadores realizando sus respectivas variantes, llegó un centro raso al área del Decano, un rebote que le cayó a Martínez, y el delantero marcó el gol que puso por arriba a su equipo y que decretaría el resultado final.

Sin fuerzas, Quilmes no encontraría el empate, y para peor, sufriría la expulsión por doble amarilla de su baluarte en defensa, Raúl Lozano que se pierde el último partido. Derrota muy dura, porque a pesar de que con una victoria el Cervecero se salva, el nerviosismo y la duda son muy grandes, y Los Andes está ahí para aprovechar cualquier desconcentración que comete el conjunto del Sur.

Síntesis:

Formaciones:

Guillermo Brown (2): Laborda; Alsina, Sánchez, Rasmussen (Bartolo; PT 26'), Moreno; Bazán, Monserrat, Altolaguirre (Rahuofer; ST 11'), Velázquez; Parisi y Martínez. DT: Luciano Theiler

Quilmes (1): Ledesma; Lozano, Alegre, Mieres, Lluy; Imbert, Max (Ramírez; ST 31'), Bellone, Noble (Drocco; ST 21'); Blanco (Valdez; ST 39') y Anselmo. DT: Leonardo Lemos.

Goles: PT 41' Blanco (Q); ST 24' Parisi, de penal (B), 43' Martínez (B)

Amonestado: Lozano (Q)

Expulsado: Lozano (Q)

Árbitro: Adrián Franklin.

Líneas: Juan Manuel Vázquez y Alejandro Scheneller

Cancha: Estadio Raúl Conti.