Racing fue una máquina. La mala imagen que había dado en el partido de ida en Victoria quedó en el pasado. Salió otro equipo a la cancha. La intensidad y el carácter se vio reflejado en el Cilindro de Avellaneda. Pero todo eso no alcanzó. Con un bombazo adentro del área de Matías Pérez Acuña, Tigre se clasificó para las semifinales de la Copa de la Superliga. El global termino 3 a 2 y su rival en la próxima instancia será Atlético Tucuman.

El primer tiempo fue todo del equipo del Eduardo “Chacho” Coudet. Augusto Solari tuvo un muy buen partido. Su velocidad y gambeta cambiaba el ritmo del equipo. Lamentablemente, no fue así para Matías Zaracho. El volante juvenil se fue lesionado por un desgarro en la pierna derecha. Al instante, ingresó Andrés Ríos. La “Academia” insistía e insistía. La primera jugada de gol llegó de los pies de Guillermo “Pol” Fernandez.

El ex Godoy Cruz de Mendoza sacó un remate casi perfecto que pegó en un costado del palo. Minutos más tarde, Racing ganó un tiro de esquina. De un centro de “Pol” Fernández, Lucas Orban se elevó por los aires y, de cabeza, la clavó en el ángulo. La ilusión creció y Racing siguió insistiendo. El “Matador” estaba desorientado. Le llegaban por todos lados. El segundo tanto vino de un anticipo de Solari en el medio del área rival, remató, tapó Gonzalo Marinelli, pero apareció el capitán Lisandro López para agarrar el rebote y fusilar el arco. Racing se fue al descanso con otra mentalidad.

Las malas noticias llegaron en la segunda etapa. Lisandro López sintió una molestia y tuvo que salir reemplazado por el chileno Marcelo Diaz. El capitán estaba colorado de la calentura. Otro perjudicado por las lesiones, que no salió, fue Leonardo Sigali. El “Oso” tuvo un partido de diez puntos. En los mano a mano, como se dice en la jerga futbolera, fue imposible desbordarlo. Una fiera total. Fue la figura del partido.

Sin embargo, Racing buscó la clasificación en todo momento. Ríos asistió empalando la pelota a Darío Cvitanich que no pudo definir con comodidad. Las lesiones llegaron de nuevo. Esta vez le tocó a Nery Domínguez que salió por Nicolas Muscio, que hizo su debut con la celeste y blanca. El tiempo se acababa y los penales estaban cada vez más cerca. Pero de un centro de Diego “Cachete” Morales que lo pasó al pibe Muscio, Matías Pérez Acuña le fusiló el arco a Gabriel Arias y le dio la clasificación al equipo de Néstor Gorosito.

Sin embargo, Racing se fue aplaudido por su gente. El cansancio se notó y mucho. La tensión y el desgaste, en el torneo de la Superliga que la “Academia” se consagró campeón, se hizo sentir. Ahora solo le queda descansar y retomar fuerzas para lo que viene. El campeón sigue intacto.