"Un buen equipo se arma de atrás para adelante", reza una de las premisas básicas del fútbol. "Las individualidades salvan partidos, pero los equipos ganan campeonatos", es otra de las máximas futboleras. Tigre encontró en Gonzalo Marinelli un guardameta confiable, que responde en los momentos clave y que se mantiene en la valla sin demasiados cuestionamientos. Del otro lado está la figura de Boca Juniors en este 2019, Esteban Andrada. Los dos guardametas están en un momento sobresaliente y los destacamos.

Gonzalo Marinelli

El arquero surgido de la cantera de River Plate y con un paso sin mucha participación por Atlético Rafaela, Huracán y Colón, halló en Tigre su lugar en el mundo. En 2018 arribó a Victoria para sustituir a Julio Chiarini, aunque tuvo que remarla de atrás debido a la llegada de Augusto Batalla y posteriormente, de Gastón Guruceaga. Sin embargo, estos dos últimos no estuvieron en nivel y Marinelli, casi desde comienzo de año, no dejó la titularidad.

Más allá de algunos errores puntuales que costaron puntos valiosos (ante Defensa y Justicia y Racing), el jugador que usa el buzo número 23 recuperó la confianza con Pipo Gorosito y con sus tapadas logró que el Matador luche la permanencia hasta el final.

En la Copa Superliga, el camino del cuadro de zona norte fue muy complicado y ahí estuvo Marinelli para responder. Ante Unión, Tigre la pasaba muy mal en casa y hasta pudo ser goleado. Solo perdió por un tanto de diferencia gracias a la intervención del arquero, y luego se pudo revertir el global en Santa Fe. Asimismo, en la llave más dura que fue ante Racing, tapó un mano a mano clave ante Cvitanich (era el 3-0 para la Academia), e incluso contra Atlético Tucumán, en una serie mucho más relajada y con gran ventaja, se encargó de cerrar su valla de local para definir más tranquilamente de visitante.

El golero matador lleva 230 minutos sin que le conviertan y va por el primer título de su carrera, acompañado de una defensa sólida y férrea.

Esteban Andrada

El 1 de Boca es, sin dudas, la gran figura del equipo de Gustavo Alfaro en 2019. Con sus atajadas llevó al Xeneize al tercer lugar en la Superliga pasada, a los octavos de la Copa Libertadores 2019 como primero de su grupo (salvando la derrota ante Deportes Tolima en Colombia), a ganar la Supercopa Argentina 2019 ante Rosario Central (atajó un penal en la tanda) y a la final de la Copa Superliga. Nada menos que todo eso.

Los números hablan por sí solos: de 37 partidos jugados en el arco boquense (llegó a mediados de 2018 para competir con Agustín Rossi), en 22 no le anotaron goles. Tan alto es su rendimiento que fue convocado a la Copa América en Brasil para la Selección Argentina (donde disputó un partido oficial en la Mayor) y su cláusula de rescisión es de 25 millones de dólares, siendo uno de los arqueros mejor cotizados de Sudamérica.

Con pasos por Arsenal y Lanús, Andrada logró una gran maduración y en su haber lleva dos finales de Copa Libertadores (2017 en el Granate y 2018 en el Xeneize) y es el arquero indiscutido en el arco, cosa que no ocurría en el club de la Ribera desde la época de Agustín Orion.

En este certamen copero, lleva cuatro partidos consecutivos sin que le conviertan (toda la serie ante Vélez y Argentinos Juniors), y solo recibió dos tantos en seis partidos jugados de la Copa Superliga. Tanto en cuartos de final contra el Fortín como en semifinales ante el Bicho, Andrada se lució, firme en los centros y envíos frontales, imbatible en los mano y mano y lúcido para los remates a quemarropa. Tiene grandes reflejos, rapidez para salir del área y una confianza alta para lograr su segunda estrella en Boca, tras la Supercopa Argentina.