Sin lugar a dudas, Boca es siempre un rival difícil, un contrincante al cual uno nunca quiere enfrentarlo en una final como la de mañana. Sin embargo, no es su mejor momento del año y tiene bajas muy sensibles. Es por eso que Tigre, tendrá que continuar desplegando ese buen juego que caracteriza al ciclo Gorosito si quiere quedarse con el título.

Marcone, Nández y Reynoso. Esas son las tres ausencias del Xeneize para la gran final. Su mediocampo. Su corazón. Su equilibrio, su garra y su juego. Ni más ni menos que eso. Ahora la pregunta es: ¿cómo los reemplazará? Aunque todavía no haya formación confirmada, se especula con que jueguen Jorman Campuzano, colombiano adquirido por Boca en este mercado de pases, y Nicolás Capaldo, un cinco con presencia y juego, quien a su vez es el capitán de la reserva xeneize. Bebelo Reynoso no juega desde hace tiempo y lo que ensayó Alfaro para suplantarlo, sobre todo en partidos importantes, fue el ingreso de Carlos Tevez al equipo.

De esta manera, y pasando en limpio, sería un 4-2-3-1, con Sebastián Villa por derecha, el Apache de 10 y Mauro Zarate por izquierda, delante del doble cinco ya mencionado y detrás del 9 de área, Darío Benedetto.

El equipo de la ribera llega con buenos números al partido decisivo de mañana, aunque no con el mejor rendimiento. Durante el mes de mayo, Boca jugó siete partidos, de los cuales ganó cinco (dos por penales) y empató los dos restantes. Vale destacar, que dentro de estos encuentros, obtuvo la Supercopa Argentina ante Central. Su gran fortaleza es su solidez defensiva: concedió solo dos goles en estos siete partidos, una suma envidiable para cualquier equipo, y una gran explicación para explicar, valga la redundancia, su invicto.

Igualmente, como cualquier otro equipo del mundo, tiene debilidades. La escasa creación de juego (desde la lesión de Bebelo) y la baja efectividad de cara al arco, en parte por el mal rendimiento de Benedetto en los últimos meses, son sus principales déficits.

Dicho todo esto, es realmente toda una incógnita cual será el desarrollo del partido de mañana. Tigre es un equipo sumamente ofensivo con un poderío de gol increíble y Boca, como explique, viene teniendo una solidez defensiva realmente impresionante, que da a las claras del trabajo e identidad de Alfaro como técnico.