La Selección Argentina se jugaba más que un partido por la segunda fecha del Grupo B de la Copa América. Era una prueba de carácter luego del duro mazazo en el debut con la derrota ante Colombia (0-2). En el Mineirao, tocaba enfrentar a Paraguay, que también necesitaba recuperarse tras el empate ante Qatar (2-2, pero iba ganando 2-0).

Con varios cambios propuestos por Lionel Scaloni (con las entradas de Milton Casco, Rodrigo De Paul, Roberto Pereyra y Lautaro Martínez; saliendo dos pesos pesado como Sergio Agüero y Ángel Di María), la Albiceleste tuvo la iniciativa con la participación de Lionel Messi por derecha. No obstante, el entusiasmo por buscar el arco rival duró pocos minutos, cayendo en un pozo futbolístico como en el pasado cotejo, sin ideas para armar sociedades ni generar peligro en el área rival.

Por su parte, el cuadro de Toto Berizzo empezaba a animarse a acercarse en zona ofensiva y de hecho contaba con la primera chance clara, con un remate de Derlis González (verdugo de Argentina en las Eliminatorias anteriores), que se desviaba en Nicolás Tagliafico y se marchaba apenas desviada. Y en el córner, el defensor de Boca, Junior Alonso, se perdía una ocasión neta frente al arco.

Sin muchas armas pero con más vocación e inteligencia, la Albirroja (hoy con indumentaria azul) se adelantaba en el marcador: Miguel Almirón desbordó por izquierda, Pereyra descuidó la marca y en el medio del área apareció Richard Sánchez, que sin oposición y de primera, ejecutó a Franco Armani. Incluso minutos después de ese tanto, Armani fue amonestado por cortar una jugada casi en mitad de cancha, mostrando nerviosismo y exponiendo a una defensa insegura.

Poco para rescatar de la Selección en el primer tiempo, tan solo un tiro libre de Messi que atajó sin problemas el arquero Roberto Fernández. Una imagen apática, lo cual se convierte en una (mala) costumbre.

En el complemento, Scaloni puso en cancha a Kun Agüero y sacó a Pereyra, para sumar peso ofensivo con dos delanteros más el 10.

A los 6' del segundo tiempo, llegaba la primera chance clara para Argentina, con un desborde de Agüero, un remate de Lautaro que reventó el travesaño y en la jugada siguiente, Messi no pudo ante Fernández. No obstante, en esa jugada, el árbitro Wilton Sampaio revisó el VAR (gran protagonista en esta Copa América) y cobró una mano de Iván Piris al querer desviar el disparo de Martínez. Luego de unos minutos, el brasileño cobró penal para la Albiceleste. Penal que Leo Messi canjeó con gol, con un potente zurdazo cruzado. Gol indispensable para el 10, que necesitaba un grito de esta magnitud.

Tras esa acción tecnológica que derivó en el empate argentino, llegó el mejor momento del.combinado nacional. Era el envión anímico que el equipo necesitaba para resurgir. Pero justo en el mejor momento argentino, Nicolás Otamendi no llegó a cruzar a tiempo y derribó a González. Esta vez, penal para Paraguay. El mismo 10 guaraní se encargó de patearlo y ahí apareció Armani, el 1 de la Selección, tan cuestionado por no atajar como en River, y el guardameta atajó su primer penal en la Albiceleste, festejándolo como un gol. Una reivindicación personal.

Con el resultado abierto, y ya con Fideo Di María en cancha, Argentina trataba de volver a generar juego en ataque, pero volvía a quedarse sin ideas. Y de hecho, el elenco paraguayo, por medio del ex Lanús Almirón, generaba complicaciones con su velocidad para Armani, que volvía a intervenir para impedir la caída de su valla.

Scaloni optó por su último cartucho: Matías Suárez (quedando así los tres jugadores de River en cancha, junto a Armani y Casco). Las aisladas corridas de Messi ante un bloque defensivo férreo no podían quebrar a la Albirroja.

A pesar de los 7 minutos que adicionó Sampaio, la Selección no volvió a inquietar a Fernández y terminó todo 1-1. Argentina no ganó aún pero puede clasificar a la siguiente ronda si vence a Quitar el próximo domingo en Porto Alegre. Sin embargo, la imagen que dejó el equipo volvió a ser deslucida, y todavía no hay respuestas futbolísticas. Un punto y listo.

El gol de Messi