En los últimos años, la valla riverplatense estuvo más que representada primero con Marcemo Barovero, ídolo de una generación, y desde el año pasado, el idilio entre el riverplatense y Franco Armani se hace cada vez más grande. Aunque el "lunar" que tenían estos grandes arqueros era el hecho de que no eran especialistas en penales. Aunque Barovero, entre sus tres penales atajados en River, figura el emblemático atajado a Gigliotti en el Superclásico de la Sudamericana 2014. Y muchos recordarán esta noche de Armani, que contuvo dos remates desde los 12 pasos para meter a River entre los ocho mejores de América.

La serie ante Cruzeiro, que no llegaba en buen momento pero que aún así definía en el mítico Mineirao, fue apretada y River no supo vulnerar la valla de Fabio. Armani no tuvo tanto trabajo, pero cuando lo exigieron, respondió: en el primer tiempo, la más clara para el cuadro local estuvo en los pies de Pedro Rocha, que en el área chica y sin marca, pateó a fusilar y apareció el 1 del Millonario, a puro reflejo, para defender el cero en su arco.

Tras 180 minutos si goles, todo se definía en los penales, un karma histórico para River. Sin embargo, con la confianza de los canteranos que patearon (Lucas Martínez Quarta y Gonzalo Montiel) y la figura de Armani, hubo final feliz: el guardameta contigo el primero de la tanda, a Henrique, volando hacia su izquierda. Y luego se lució en el tercer remate del equipo anfitrión, adivinando la intención de David. Rafael Borré marcó el suyo y River se trajo el boleto a los cuartos de final de Belo Horizonte.

Armani, que además terminó como capitán del equipo (sin Javier Pinola ni Leonardo Ponzio en cancha), demostró toda su jerarquía y su personalidad para afrontar estos momentos de presión copera. Sus grandes apariciones en los partidos ahora las complementa con sus virtudes en las definiciones de los 12 pasos, dónde se destacó mucho en Atlético Nacional pero no así en River. Hasta esta noche, en la cual el arquero campeón de América y titular en la Selección Argentina fue gran responsable de otra alegría grande en Brasil.

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