Tomás Cardona vio la roja por segunda vez en el año (ambas jugando contra el equipo de Gallardo) en lo que sin dudas fue un pésimo partido para el "Tomba". 

No es la primera vez que el capitán del conjunto mendocino se gana tarjetas innecesarias. En varias oportunidades ha visto cartulinas por protestas, faltas lejos del área, malas reacciones, discusiones absurdas, enfrentamientos con rivales, etcétera. 

El central venía teniendo una noche regular, preocupado más por pelear con Borré que por defender, pero su actuación no había sido mala. En el primer tiempo golpeó mucho a De la Cruz (en zonas de la cancha que no significaban mucho peligro para el "Expreso" por lo que eran innecesarias). 

Pero su mal momento llegó en el segundo tiempo, donde (luego de algunas faltas) se ganó la primera amarilla que llegó después de perder una pelota de manera infantil con Borré que terminaría en un tirón de camiseta de parte del número 6, y la segunda, se dio después de que el árbitro de la noche sancionara falta en el área de River. Luego de unos empujones, el ex San Lorenzo decidió reclamar la decisión hasta que llegó al punto en que el juez decidió enviarlo a las duchas (Tello no se había percatado de que debía mostrarle la tarjeta roja hasta que Enzo Pérez se lo recordó).

Cardona es un gran jugador, es un muy buen central que sabe ir perfectamente de arriba, es rápido para jugar con los pies, sabe aprovechar la magnitud de su cuerpo y no se achica ante ningún rival, pero tiene que corregir su actitud si es que no desea seguir acumulando tarjetas innecesarias, debe tranquilizarse y comenzar a pensar antes de actuar o de lo contrario esta no será la última vez que deje a Godoy Cruz con uno menos.