Necesitó únicamente de 45 minutos para ser el mejor del partido, es el pan de cada día verlo controlar elegantemente el juego de la selección dominando y comenzando la gran mayoría de las situaciones de ataque.

Scaloni ha tenido la inteligencia para armar un equipo que lo rodee correctamente logrando así obtener la mejor versión del volante del Paris Saint Germain, le otorgó la confianza que necesitaba y demuestra ser uno de los mejores en la materia.

El ex Boca se ha transformado en el eje controlador de Argentina, con su magnífica pegada, con simpleza a la hora de la creación, demostrando firmeza en el retroceso y una lectura de juego que lo pone a la altura de los mejores.

Es muy interesante el proyecto que el director técnico ha conseguido armar, con jugadores que sienten la camiseta y se desviven por la oportunidad de vestir la celeste y blanca, conformando un equipo que demuestra extrema voluntad y entrega. 

Paredes es sin dudas la bandera de esta selección, es el encargado de tomar la batuta y hacer sonar la orquesta a su gusto, parece que conoce a sus compañeros desde hace tiempo porque los entiende a la perfección. 

Es un jugador sin errores, que cuando tiene la pelota en su dominio controla el juego a su placer, posee una visión del campo envidiable y tiene la autoridad de un veterano con la energía de una promesa. Se roba los focos al ser la pieza que hace que todo funcione, el instrumento que tiene la función de lucirse y hacer lucir a los demás.

Sin lugar a dudas este hombre es la mejor apuesta del entrenador rosarino y, si sabe incluir a Messi en este conjunto, Argentina podría volverse en equipo muy difícil de voltear que podrá plantarle cara a cualquier rival que tenga enfrente.