Los equipos brasileños siempre fueron y son protagonistas del fútbol sudamericano. Basta recordar al Santos de Pelé y Neymar; el Cruzeiro de Jairzinho; el Sao Paulo de Santana; el Palmeiras de Felipe Scolari (1999/2000); y más cercanos en el tiempo, el Inter de Andrés D'Alessandro, el Corinthians de Tité, el sorprendente Atlético Mineiro de Ronaldinho y el Gremio de Renato Portaluppi. En este repaso, hay que sumar a los equipos de Río de Janeiro, de los cuales solo Flamengo en 1981 y Vasco Da Gama en 1998 pudieron levantar la Copa Libertadores.

Flamengo es sin dudas uno de los gigantes de Brasil. Sus más de 40 millones de hinchas conforman una torcida reconocida mundialmente, poblando cada rincón de Río de Janeiro y explotando el Maracaná cada vez que juega de local. Sin embargo, en el plano internacional, solo tuvo su esplendor en 1981, de la mano de Zico. Fue la primera y única vez, hasta ahora, que el Fla disputó una final de Libertadores. Aquella vez, venció 2-0 a Cobreloa de Chile al tercer partido de la final (era ida y vuelta, más un tercer juego en cancha neutral) y conquistó el trofeo más ansiado del continente. Y a fin de año, dio el gran salto de su vida y venció nada menos que a Liverpool por la Copa Intercontinental en Japón.

El último título internacional del Fla fue la Copa Mercosur 1999

Muchos años pasaron para que el Fla vuelva a los primeros planos. Desde su conquista, ya lejana en el tiempo, siempre ha decepcionado en cada intento de regresar al cotejo definitorio por la gloria continental. De hecho su clásico rival, Fluminense, lo había logrado en 2008 (perdió contra Liga de Quito). Y en otras competencias continentales, quedó en las puertas del título por el mismo verdugo: Independiente, que venció al Fla en las finales de la Supercopa 1995 y la Copa Sudamericana 2017.

Luego del último traspié contra el Rojo, el club carioca se puso como objetivo la Copa Libertadores, y por ello, rompió el mercado: vendió a sus máximas figuras y joyas de inferiores, Vinicius Junior a Real Madrid y Paquetá a Milán, por los cuales le ingresaron cerca de 80 millones de euros entre 2018 y 2019. Contrató a un DT de calidad y con experiencia europea, Jorge Jesús. Armó un plantel repleto de calidad en todas sus líneas: Giorgian De Arrascaeta, Filipe Luis, Pablo Marín, Gerson, Rafinha, Bruno Henríquez, Gabigol. Jugadores con paso en grandes de Europa. Un equipo armado para grandes cosas.

La meta era clara: había que reposicionar a Flamengo en la élite, y los resultados están a la vista: finalista de América tras 38 años, eliminando a Gremio (6-1 en el global) y está a un paso de ganar el Brasileirao (el cual no gana desde 2009), con varios partidos de ventaja sobre el resto.

La grandeza del Fla nunca estuvo en duda. Pero si ha pasado mucho tiempo de aquellos años dorados de los '80 y se estaba quedando en el tiempo. El sábado jugará el tercer encuentro de mayor relevancia de sus 124 años de vida, solo superados por las dos finalísimas de 1981. En Río hay una expectativa que hace muchísimo tiempo no se veía, incluso ni en la final de la Sudamericana de hace dos años. Ahora, el Mengao va por todo, y sus hinchas están llegando de a miles hacia Lima. Pero primero, tiene que ganarle al River de Gallardo campeón defensor de la Copa Libertadores de América.