Oriundo de La Cocha, Tucumán, llegó a Temperley en busca de un lugar que se ganó a base de esfuerzo y trabajo, ya que actualmente, es titular en su categoría, viviendo en la pensión del club, lejos de su familia.

La octava división, categoría en la cual juega Bruno Argañaraz, no logró el objetivo de llegar a las semifinales del torneo regular, y pese a haber terminado primeros en la tabla de posiciones en el Torneo Complementación, tampoco pudo clasificar a la final de este por la sumatoria de puntos entre las categorías más chicas. Sin embargo tuvo un buen año, estando en pleno crecimiento.

- ¿Qué balance general podes hacer de este año de la Octava división?

- La verdad que una bronca terrible de no poder jugarlas, hicimos un esfuerzo grandísimo y siento que nos lo merecíamos. Pero también sabemos que es fútbol y que siempre hay revancha.

- Pese a no poder haber clasificado a la semifinal del torneo regular, salieron primeros en el torneo complementario. ¿Queda la bronca de no haber podido jugar la final cuando se la merecían?

- La Octava División tuvo un buen campeonato, al igual que Novena y Séptima División. El último torneo se sumaba generalmente entre todas las categorías y en algunas fechas no pudimos sacar los puntos deseados, a lo cual nos superó Nueva Chicago.

- ¿Que errores deben corregir para el próximo torneo?

- Si bien ya termino el año, creo que como categoría debemos corregir la responsabilidad y el compromiso de los jugadores. Solo eso es lo que aveces se nos va de las manos, pero por todo lo demás estoy muy contento en cómo lo hacemos. Queda hacer una buena pretemporada y arrancar el año que viene de la mejor manera.

-¿Qué partido fue el que mejor jugaron y cual el peor?

- Por como se dio, el peor partido fue contra Flandria, perdiendo 4 a 3 en condición de visitante, digo el peor por que en 25 minutos del primer tiempo estábamos abajo 3 a 0 en el marcador, luego de eso no pudimos revertir la situación.

El mejor partido fue el último contra Nueva Chicago que fuimos con las ganas de ganar y quedar punteros en la tabla, dándole la oportunidad a la Novena División, que si ganara pasábamos a la final del Torneo Complementario.

- Personalmente y grupalmente, ¿cómo viviste este año?

- Personalmente no tuve un buen año, tuve una lesión muy fea en mi espalda (hernia de disco), que me paró dos veces en el año y también micro fracturas en dos dedos de mi mano izquierda, lo que hizo que yo pierda la continuidad.

Grupalmente si bien tanto no entrenaba, asistía a los entrenamientos a ver el día a día de mis compañeros. Note mucho el crecimiento físico y mental, gracias a Dios como equipo, tuvimos un buen año.

- ¿Quién o quienes son tus referentes en tus puestos?

- Siempre tuve de referente a Édinson Cavani, me gusta todo lo que hace dentro del campo de juego, es un monstruo. Veo siempre videos de él, de sus partidos.

- ¿Cuál es tu próximo objetivo que te propones para el año que viene?

- En lo personal poder jugar partidos, tener minutos y ayudar a mi equipo en lo que más pueda.

En lo grupal creo que seguir creciendo y no dejando de creer que siempre se puede, ojalá podamos meter un gran año. Y si se nos da algún campeonato mucho mejor.

- ¿Crees que Temperley les da posibilidades a los juveniles que otros clubes no?

- Creo que Temperley le da posibilidades a los Juveniles y muchas. Si bien lo demostró ya, eso te inspira sabiendo que en algún momento bueno o destacado de tu carrera como jugador juvenil puedes dar el gran salto al debut profesional.

- Dejando el fútbol de lado, ¿Cómo es vivir en la pensión? ¿Cómo fueron los primeros días alejado de tu familia?, y ¿Cómo te recibieron los chicos?

- Vivir en la pensión es duro, todos ven cosas de afuera y quizás no aparenta serlo. Pero no es nada fácil estar lejos de todo, obvio que estás por tu sueño que es ser futbolista, pero eso no quita lo sacrificado que es. Los primeros días alejados de mi familia fueron raros, me sentía bien, sin embargo, al tiempo, al ver que hace mucho no veía a mis familiares, a mis amigos, se volvió más duro. Pero mis ganas de ser futbolista, no me las sacó nadie y hoy por hoy gracias a Dios sigo peleando por mi sueño.

Los chicos bastante bien, al ser todos de distintos lugares, todo pasamos lo mismo y gracias a Dios somos una familia ahí dentro, tanto Ale el cocinero junto con Mariana, y Omar el encargado, que se encarga de conseguirnos todo para que nosotros estemos bien. Le debo mucho al club por todo lo que hizo por mi y por mis compañeros de pensión. Estoy eternamente agradecido por toda la gente que nos rodea y nos apoya en nuestro sueño de ser futbolista.

Para finalizar, Bruno quiso dejar un mensaje de agradecimiento: "Aprovecho para mandarle saludos a los chicos de la pensión, a mi familia de Tucumán y a las familias: Musico, Quiñónez, Lado, Merlini y Barretta. Son los que siempre me apoyaron desde un principio".