Y va el tercero. Es el relato que hizo popular Mariano Closs, el periodista hacía mención a la inolvidable corrida de Gonzalo Martínez con el arco vacío para liquidar la historia en España y desatar los festejos. Después de los serios incidentes que se produjeron en el Monumental, aquella tarde del 24 de noviembre, la final más importante tuvo lugar en la casa del Real Madrid.

POSTAL. El gol del "Pity" ante la mirada de todos los hinchas de Boca. Foto: Web

En el banco de suplentes, no estaba presente Marcelo Gallardo, quien estaba suspendido por romper el protocolo y bajar al vestuario en las semifinales contra Gremio en Porto Alegre, Conmebol lo sancionó y no pudo estar presente en la Bombonera y en la ciudad española, en su lugar estuvo presente Matías Biscay. Andrés Cunha fue el árbitro, marcó el inicio de las acciones y en los primeros minutos la tendencia del balón estaba a cargo de Boca, buscando tomar la iniciativa con un River que esperaba en su campo para salir rápido de contragolpe y lastimar.

Sin embargo, todo parecía indicar que se iban al descanso empatados y en una contra letal del conjunto que dirigía Guillermo Barros Schelotto, fue aprovechado por Darío Benedetto y el delantero hoy en Marsella definió cruzado ante la salida de Franco Armani; el festejo de Benedetto también se hizo popular en donde el ex atacante de Arsenal le sacó la lengua a Gonzalo Montiel. En el complementó fue superior el equipo de Biscay, a los 24’ llegó una buena combinación entre Ignacio Fernández y Lucas Pratto, quien definió solo con el achique de Esteban Andrada para colocar el uno a uno, en el festejo hizo popular el "modo oso" donde se paró en el medio del césped y se cruzó de brazos.

En los 90' terminaron empatados y el partido se marchaba al alargue, allí el "Xeneize" recibía una mala noticia: Wilmar Barrios le cometió falta a Exequiel Palacios y el volante colombiano vio la roja por parte de Cunha. Dos minutos más tarde, en una buena jugada colectiva del "Millonario" culminó con un centro atrás para Juan Fernando Quintero quien sacó un misil difícil de retener para Esteban Andrada, y un verdadero golazo del ex Independiente Medellín.

Luego llegó la dura lesión de Fernando Gago y en tiempo cumplido, Leonardo Jara estrelló un remate en el palo para el alivio de Armani, sin embargo faltaba la frutilla del postre, una contra letal con un taco que no prosperó por parte de Quintero, la encabezó "Pity" Martínez y con el arco vacío ante la mirada de la hinchada del clásico adversario liquidó la historia.

Hoy a un año de esa consagración, los simpatizantes de River, cada nueve de diciembre tienen un motivo extra para festejar y será siempre una fecha recordada por haber levantado su cuarta Libertadores y venciendo al oponente de toda la vida.