La dura derrota ante San Lorenzo, por el contexto en que se dio, de local, siendo muy superior y errando dos penales, caló hondo en las aspiraciones de River en la Superliga, ya que si ganaba, iba a quedar como líder temporario. No obstante el Millonario, que suma 27 puntos (a tres del líder Argentinos Juniors), todavía debe el partido de la fecha 14, ante Independiente en Avellaneda, y luego le quedarán siete partidos más del certamen de Primera División. Es decir que ganando ante el Rojo, quedaría en la cima de todos modos. 

El año no terminó para River aún. Este viernes 13, en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, La Banda jugará la final de la Copa Argentina, el torneo más federal del fútbol argentino, aquella que ganó en 2016 y 2017, por lo que buscará su tercer trofeo ante Central Córdoba. Este duelo es de vital importancia: no solo definirá un título, sino que definirá un lugar en la fase de grupos de la Copa Libertadores 2020, el máximo certamen del continente del cual River fue campeón y subcampeón en las últimas dos ediciones. Hoy por hoy, el cuadro de Núñez está clasificado a dicha Copa, pero en Repechaje, al finalizar en cuarto lugar en la Superliga pasada. En otras palabras, River debería superar dos fases previas de ida y vuelta para llegar a los grupos. Esto se simplificará si se consagra campeón.

El clásico pendiente contra Independiente tiene fecha para el 18 de enero. La Superliga se reanudará en la última semana del primer mes de 2020. Y si encima tiene que jugar Repechaje de Libertadores, Marcelo Gallardo estará obligado a realizar rotación entre ambos certámenes y volverá a ceder terreno en el torneo doméstico (hasta ahora, salvo en algunos partidos, siempre puso en cancha al mejor once posible). Están en juego una estrella, un lugar seguro en la Libertadores y una agenda más liberada en el verano. Para no tomar a la ligera...