Los que llevan la camiseta 10 suelen ser los más habilidosos, los que la piden, los que se encargan de los tiros libres, pelotas paradas y gambetas. Esas que un simple número, porque es el más emblemático en una cancha de fútbol. Tanto Tigre como All Boys, con realidades contrapuestas, cuentan con su cuota de juego.

Diego Morales

Cachete está en su tercera etapa en el Matador, donde se convirtió en todo un referente. Con sus goles, salvó a Tigre del descenso en 2012, y si bien no pudo evitar la perdida de categoría el año pasado, fue pieza importante para la conquista de la Copa de la Superliga

El 10 es titular y el responsable de la elaboración de juego tras la ida de Walter Montillo. En este certamen, Cache lleva dos tantos, justamente uno ante All Boys (uno de los mejores goles del campeonato) y el restante, contra Almagro. 

En la fecha pasada, vs Atlético Rafaela, fue una de las figuras, con participación en los dos tantos y aprovechando los espacios para demostrar su talento con la pelota dominada y su panorama para clarificar y distribuir. A sus 33 años, el volante mantiene su regularidad el volante mantiene su regularidad, sin la explosión de años atrás pero igual de cerebral, y es uno de los destacados dentro de un equipo que no ha brillado hasta el momento, pero que se mantiene expectante buscando un lugar en el Reducido.

Brian Sarmiento

El extrovertido atacante, conocido por sus frases y personalidad afuera de la cancha, cuando está inspirado, es un jugador de cuidado. Con 29 años, regresó a Floresta para demostrar que no perdió su buen trato a la pelota. Gambeteador, habilidoso en el uno contra uno, dueño de una notable pegada de tiro libre y media distancia, Sarmiento quiere volver a ser noticia por lo que hace dentro del campo de juego.

Está en su segunda etapa en el Albo, club que estuvo en la máxima categoría de 2012 a 2013. Antes jugó en el fútbol español (Racing de Santander, Xerez, Girona) y tuvo un breve paso por Racing Club.  Luego pasó por Arsenal, All Boys; recaló en el Ponte Preta brasileño, Quilmes pero donde mejor rindió fue en Banfield, donde pudo lograr su mejor nivel (ante Tigre, se lo recuerda por haber picado un penal que dio en el travesaño en lo que fue triunfo del Taladro en Victoria), con 42 partidos jugados y 5 goles entre 2015 y 2017. Después llegó al club de sus amores, Newell's. No obstante, no pudo asentarse en La Lepra (sufrió una lesión grave justamente enfrentando al Matador) y emigró a Grecia, para jugar en Volos, donde apenas estuvo tres meses y luego estuvo inactivo por casi seis meses.

De regreso al ascenso, tiene la responsabilidad de sacar del pozo a All Boys, que está en zona de descenso a la B Metropolitana. Viene de marcar en la derrota ante Brown de Adrogué y quiere repetir festejo en Floresta.