En su segunda vez en el Alberto J. Armando (la primera fue en un partido de Eliminatorias contra Argentina), Wilder Cartagena demostró aptitudes defensivas y de ataque, firmeza y una buena postura.

El partido no fue el ideal para demostrar cualidades pero, aún así, el mediocentro tombino tuvo un desempeño regular con algunos picos altos en un fútbol totalmente distinto al que está acostumbrado.

Tuvo la difícil tarea de detener y presionar el ataque de Boca (sumándole el mal desempeño de Andrada podría decirse que ejerció una doble labor). 

Ni el rival ni el estadio lo acobardaron, la recomendación personal de Ricardo Gareca mostró personalidad en todas las líneas en las que participó. Cuando el local se agrandaba con el balón, el peruano supo cortar algunas maniobras, a veces con faltas, que suponían riesgo para Godoy Cruz (en muchas ocasiones las infracciones son necesarias para cortar el dinamismo del juego).

La noche no se prestó para destacarse, pero la reciente incorporación supo hacerlo, demostró algunos aspectos que sin duda son positivos para el equipo que se desea armar. Sin lugar a dudas, el ex Alianza Lima, fue el motor y el eje que Godoy Cruz necesita.

Una de las grandes incógnitas del entrenador era la línea media del campo, pero ayer, con la dupla Mansur-Cartagena (dada en el segundo tiempo), puede haber encontrado una solución para uno de los principales problemas del "Tomba".

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