Tras la dura derrota contra All Boys, se sentía realmente un fin de ciclo. Los jugadores no se adaptan a la idea de juego que pretende el entrenador, y éste no le encuentra la vuelta para revertir la difícil situación que atraviesa Tigre. Por ello, parecía que Néstor Gorosito iba a culminar su segundo ciclo en el club. No obstante, la dirigencia le dará una chance más. 

El Matador se encuentra en quinto puesto de la Zona 2, con 22 puntos. El cuarto y último entrando al Reducido es Deportivo Riestra, que cuenta con 29 unidades. El líder y casi alcanzable es San Martín de Tucumán, con 41 unidades. Las aspiraciones del cuadro de Victoria no pueden proyectarse a jugar la final por el ascenso a la Superliga, sino en meterse en la liguilla para pelear por el segundo cupo a la máxima categoría. Matemáticamente hay posibilidades, porque restan 12 jornadas. Pero lo que ve en la cancha lejos está de invitar a soñar.

Luego de tantas especulaciones y desmentidas, el entrenador sigue siendo Pipo. El crédito del título histórico de junio sigue sosteniendo al DT. Sin embargo, el ambiente en Victoria es tenso, los hinchas se manifiestan en contra de su gestión (sobre todo en las redes sociales) y la relación con el plantel parece desgastada. Es por ello que el encuentro de la fecha 19 contra Gimnasia de Jujuy, este viernes en el Coliseo de Victoria, será determinante, no solo para acercarse a Riestra, sino para demostrar que el plantel banca al DT en un contexto de mucha presión, incluso más que en la definición del descenso del año pasado (hecho que estaba prácticamente consumado cuando volvió Gorosito). Y no solo eso, porque en marzo arrancará la fase de grupos de la Copa Libertadores Tigre deberá recibir en la primera fecha nada menos que a Palmeiras

El objetivo es el ascenso. Pero jugar el máximo certamen continental, viajando por Sudamérica, también es un estímulo más que interesante. No obstante, este presente no permite disfrutar el todo este momento. La incertidumbre por el presente en el corto plazo inunda Victoria. El equipo no responde, desde el banco no hay soluciones y el margen de error se achica. Pipo, ¿le encontrará la vuelta?