Ampliamente superado, tanto en el aspecto futbolístico como físico, River Plate cayó en Ecuador ante Liga de Quito por 3 a 0. El equipo millonario, dirigido en esta oportunidad por Matías Biscay, sufrió los mas de 2.800 metros de altura y un campo de juego que realmente no está al nivel de una competencia internacional. A esto, se le sumó la expulsión de Enrique Bologna y un penal erróneamente cobrado por el juez Andrés Noguera, que interpretó una mano de Bruno Zuculini que no cumplía con las condiciones reglamentarias para ser sancionada.

El partido comenzó con la pelota dividida, con River apostando al pelotazo largo. Por su parte, Liga de Quito, lógicamente aprovechando la localía, apostó a la velocidad y a la apertura de las bandas. El resultado se modificaría a los 15 minutos. Tras un remate de Cristian Ferreira en el travesaño del arco de Adrián Gabbarini, Liga contraatacaría consiguiendo un córner a favor. Desde esta pelota parada llegaba el centro al primer palo que convertiría, con un gran cabezazo, el central Franklin Guerra, obteniendo la ventaja para los locales.

Desde aquí, River se vería totalmente superado por el equipo ecuatoriano en los aspectos anímicos, futbolísticos y físicos. Estos factores encontraban un River desconectado que, sumado a no ser un equipo habitual, no encontraba el camino. Así, a los 34 minutos llegaba el segundo de Liga en los pies de Cristian Martínez Borja, que capitalizaba un centro atrás del lateral Luis Ayala, una de las grandes figuras del encuentro. Desde aquí, lo único que quería el Millonario era que llegue el entretiempo.

El segundo tiempo comenzó con un River Plate mas adelantado, con la intención de descontar rápido. Sin embargo, pasado los 15 minutos, el control del encuentro volvía a ser de la Liga de Quito, y Enrique Bologna detenía sendas oportunidades de Guerra y Borja. Llegando a los 25 minutos, el arquero se iba expulsado tras cortar con la mano un avance en solitario de Sornoza. De forma increíble, esta no sería la peor noticia para el Millonario.

Hoy debutaron Franco Paredes y Enzo Fernández, y jugó Federico Girotti.

Desde el tiro libre ejecutado de esta expulsión, el árbitro interpretó una mano de Bruno Zuculini que no fue antinatural ni ampliaba el volumen, como indica el reglamento. El encargado del remate fue Sornoza, quien ejecutó un gran remate que no pudo ser detenido por el recién ingresado Germán Lux. Desde aquí, el partido prácticamente terminó, teniendo a River en cancha solo para evitar el aumento de la ventaja.

Noche oscura para River, que deberá reponerse para el sábado si quiere gritar campeón en la Superliga y, el próximo miércoles, obtener una victoria ante Binacional por la segunda fecha del Grupo D de la Copa Libertadores.