El pasado sábado Boca se convirtió en el nuevo campeón de la Superliga Argentina, luego de vencer por la mínima a Gimnasia y de que River empate ante Atlético Tucumán en el José Fierro. El Xeneize logró un título que venía buscando hace rato, un logro muy importante para el hincha, y también para la dirigencia, que con poco más de tres meses en el poder, ya tiene su primera obtención importante.

Uno de los pilares claves a lo largo de todo el campeonato, que renació en este 2020 fue Carlos Tevez, clave en estos partidos decisivos. A lo largo del torneo, convirtió 8 goles, los cuales seis en la era Miguel Ángel Russo. Sus víctimas fueron Arsenal, Talleres, Aldosivi, Patronato, Godoy Cruz, Colón, Gimnasia y un doblete ante Central Córdoba. Carlitos volvió a tener ganas de jugar a la pelota, y gran parte de esto fue gracias al vicepresidente segundo de la institución, Juan Román Riquelme.

Atrás de Tevez vienen Eduardo Salvio Ramón Ábila. El primero con 6 goles y el segundo 5El Toto alcanzó un nivel parejo durante la era Russo, donde convirtió seis tantos, los cuales todos sirvieron para que el Xeneize se llevase los tres puntos. Por el lado de Wanchope, fue titular durante la estadía de Alfaro en el club, pero cuando llegó el nuevo DT, se vio desplazado del equipo por Soldano. El ex Huracán disputó 12 encuentros, pero tuvo una buena cantidad de tantos convertidos, a pesar de los pocos minutos en cancha.

No solo el Apache fue indispensable en la obtención de la Superliga, el arco de Boca también estuvo muy bien cuidado. El Xeneize fue el equipo con menos vayas vencidas a lo largo de las 23 fechas, con solo 8 tantos en contra. El arco del campeón fue compartido entre Esteban Andrada en 20 ocasiones y Marcos Díaz en 3 oportunidades. El ex arquero de Lanús recibió 7 tantos, mientras que Díaz sólo uno.

No solo los arqueros se ven favorecidos a la hora de resaltar los pocos tantos en contra que tuvo Boca, sino que la defensa también estuvo a la altura del torneo. El que más veces jugó atrás fue Julio Buffarini con 20 encuentros, seguido por Frank Fabra con 18 cotejos disputados, el tercero es Carlos Izquierdoz con un partido menos, y en cuarta posición aparecen Lisandro López Junior Alonso con 14 cotejos jugados. La defensa titular en su mayoría de partidos fueron los primeros cuatro, pero Alonso siempre estuvo cuando se lo necesitó.

Los cuatro del fondo cumplieron con creces a lo largo de todos los partidos. Si hay algo que se le puede machacar a estos jugadores, es la poca acción en ofensiva: Fabra 2 golesIzquierdoz López uno cada uno.

Poco se ha mencionado, pero Gustavo Alfaro también fue muy importante para el logro de Boca. Fue sustituído por Russo, pero antes de irse dejó al Xeneize a solo un punto de la cima. Su estilo poco ofensivo no era el que más le agradaba al hincha, el equipo tenía pocos goles a favor, pero aún así sacó 29 puntos de los 48 que obtuvo el campeón, con 19 goles a favor 7 en contra.

Por su parte Miguel Russo renovó al equipo, que luego de una nueva eliminación ante River por Copa Libertadores necesitaba otro aire. Potenció a Tevez dándole la confianza de la titularidad, confió en Franco Soldano, que a pesar de ser levemente resistido por el hincha, cumplió un papel muy importante. Una de las cosas más importantes que hizo el director técnico del club de la Ribera, fue darle terreno a Jorman Campuzano, y relegar a Iván Marcone. El colombiano fue titular en todos los partidos de Boca a lo largo del 2020, mientras que el ex Lanús había sido pieza clave para el Lechuga durante el año pasado. Campuzano entró y cumplió las expectativas de Russo, ya que es un jugador que posee buen pie, un excelente pase, y siempre hace lo que pide la jugada.

Sebastián Villa también fue uno de los potenciados de este 2020. Jugó varios partidos con Alfaro, pero nunca pudo conseguir un rendimiento parejo. A largo de estos últimos encuentros, logró encontrar su mejor nivel a través de su velocidad, goles (uno a Talleres y otro Central Córdoba) y sus asistencias. Con mucha confianza, el colombiano se convirtió en un hombre clave para este festejo azul y oro. 

Con el tema refuerzos, la dirigencia fue cautelosa. Solo trajo a Guillermo Pol Fernández, utilizado por Russo durante los siete encuentros del año correspondientes a Superliga. Aun así, todavía no se pudo ver a un Pol decisivo, pero con el correr de los encuentros quizás se afiance de mejor forma al equipo.

Esta alegría significó mucho para la gente y los jugadores. Siempre es bueno que un nuevo proyecto comience de buena forma, y qué mejor manera de arrancarlo con un título, y más si le es arrebatado a tu clásico rival.

Boca tendrá muchas cosas que corregir, pero en un ambiente donde se respira triunfo es más fácil de arreglar esos errores. El conjunto de Russo tendrá grandes objetivos en los siguientes meses, pero el más próximo es del martes cuando reciba en la Bombonera Independiente Medellín en el cotejo de la segunda fecha de la Copa Libertadores. El fin de semana que viene tendrá que cambiar el chip y centrarse en lo que será la Copa de la Superliga, donde estará visitando a Godoy Cruz en la ciudad de Mendoza.

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