El maravilloso 2014 quedaba atrás. El gran año donde se coronó en el plano local luego de seis años (y muy cerca del bicampeonato en el segundo semestre) y el internacional tras diecisiete, el gran año donde el máximo rival no venció en ninguno de los ocho partidos jugados, todo ese año quedaba atrás. 

Quien tocaba la puerta era el 2015, con otros objetivos: de manera temprana, la Recopa Sudamericana ante San Lorenzo, donde el Millonario salió vencedor en los dos partidos y salió campeón, obteniendo otro trofeo que faltaba en sus vitrinas. Pero sumado a ese, venía ella, el anhelo mayor de todos los hinchas: la tan ansiada Copa Libertadores.

River y la Copa Libertadores. Una relación que, hasta ese momento, solo se había dado en dos oportunidades (1986 y 1996), y se había negado otras dos veces (1966 y 1976). Volvían a reencontrarse después de cinco años de ausencia, ya que la última edición que disputó el club había sido la del año 2009, cuando se marchó en fase de grupos por una actuación paupérrima, alarmando de alguna manera lo que sucedería años más tarde.

Muchos soñaban. El equipo comandado por el Marcelo Gallardo era uno de los candidatos por dos cosas: por el simple hecho de ser River, y por el gran nivel que venía mostrando el equipo (donde se sumaron Gonzalo Martínez y Camilo Mayada en el verano); pero la cosa no comenzaría fácil, de hecho se estuvo más cerca de repetir la última actuación en el 2009 que de campeonar. Sí, de campeonar.

Ese año, la linda relación sumaría otro capítulo luego de mucho tiempo. Pero no nos adelantemos, en el medio pasó de todo. Es por eso que vamos a repasar ahora, la campaña del River campeón de la Copa Libertadores 2015.

 

FASE DE GRUPOS

El día miércoles 2 de diciembre de 2014, ocho días antes de la obtención de la Sudamericana, en Paraguay se realizaba el sorteo de las fases preliminares y los grupos de la copa.

Junto a Juan Aurich (PERÚ), San José de Oruro (BOLIVIA) y Tigres UNAM (MÉXICO), el Millonario conformó el grupo 6. El equipo peruano se sumó después por la finalización de su torneo.

FECHA 1: San José de Oruro (BOLIVIA)

El camino comenzó un 19 de febrero y en un escenario muy desfavorable, como lo es la altura de Oruro. En el Estadio Jesús Bermúdez (3735msnm), River arrancaba el certamen con el pie izquierdo: San José lo derrotaba por 2-0. El partido venía desarrollándose dentro de todo bien, pero en el complemento los jugadores no aguantaron y sobre el final los bolivianos se llevaron el triunfo con los goles de Angel Orué y Gabriel Valverde.

FORMACIÓN: Marcelo Barovero; Gabriel Mercado, Jonatan Maidana, Germán Pezzella, Eder Álvarez Balanta; Carlos Sánchez, Leonardo Ponzio, Camilo Mayada; Gonzalo Martínez, Leonardo Pisculichi; Rodrigo Mora.

FECHA 2: Tigres UANL (MÉXICO)

En el Monumental, el Millonario recibía a uno de los candidatos por el nivel del equipo, Tigres; y lo demostraría, ya que comenzaría ganando con gol de Joffré Guerrón sobre el final del primer tiempo. Pero no quedarían así las cosas, ya que Carlos Sánchez con una tijera le daba el empate al local a los 28’ del segundo. Fue un empate con sabor raro.

FORMACIÓN: Julio Chiarini; Gabriel Mercado, Jonatan Maidana, Ramiro Funes Mori, Leonel Vangioni; Carlos Sánchez, Claudio Kranevitter, Ariel Rojas; Leonardo Pisculichi; Rodrigo Mora, Teófilo Gutiérrez.

FECHA 3: Juan Aurich (PERÚ)

Por la tercera fecha, el humilde Juan Aurich recibía a River en el Estadio Elías Aguirre, con un horrible estado del campo de juego (césped sintético). El resultado, otro empate, y esta vez más amargo ya que hasta el momento los de Gallardo cosechaban dos puntos de nueve disputados. Fue 1-1, con Eder Álvarez Balanta abriendo la cuenta en el primer tiempo para la visita y Hernán Rengifo en la segunda parte para los peruanos. En la próxima tenía que ser, en casa y ante el mismo equipo.

FORMACIÓN: Marcelo Barovero; Gabriel Mercado, Jonatan Maidana, Eder Álvarez Balanta, Leonel Vangioni; Carlos Sánchez, Claudio Kranevitter, Ariel Rojas; Leonardo Pisculichi; Rodrigo Mora, Teófilo Gutiérrez.

FECHA 4: Juan Aurich (PERÚ)

Como bien dijimos, este partido era a todo o nada por varias razones. Primero, para sumar de a tres por primera vez y no peligrar la clasificación a la fase final, y segundo porque era un equipo sumamente inferior. De nuevo, se presentaba el Ciclón del Norte.

Se merece un párrafo aparte. ¿El equipo? No, el partido. De los más insólitos de la era Marcelo Gallardo. El porqué: 29 remates, 9 al arco. 1 gol. No hubiera sido tan malo si se ganaba, claro, porque la visita se llevó el empate a los 89’. Como en el partido anterior, fue empate a 1. Gabriel Mercado puso el 1-0 a los 26’ del 1T, mientras que Marcos Delgado le dio el empate agónico a la visita. Ahora, la clasificación corría peligro.

FORMACIÓN: Julio Chiarini; Gabriel Mercado, Jonatan Maidana, Eder Alvarez Balanta, Leonel Vangioni; Carlos Sánchez, Claudio Kranevitter, Ariel Rojas; Leonardo Pisculichi; Rodrigo Mora, Teófilo Gutiérrez.

FECHA 5: Tigres UANL (MÉXICO)

Qué panorama difícil, ¿no? El Millonario debía sacar por lo menos un empate ante el gran candidato para seguir con vida y, a su vez, esperar que en el otro duelo ninguno de los dos sacara ventajas (San José vs. Juan Aurich). Fue así, pero vamos al desarrollo, que fue de película.

En frente estaba Tigres, esta vez en su casa, en el Estadio Universitario, donde era -casi- imposible ganarle, o sacarle un buen resultado.

Dos golpes anímicos se dieron en cuestión de minutos, y de manera temprana: a los 12’, Egidio Arévalo Ríos daba el primer cachetazo. 1-0 arriba el local. Y como si fuera poco, al instante se retiró Leonardo Ponzio por lesión. El equipo no pudo acomodarse nunca, los Auriazules eran dueños de todo.

La ventaja la aumentaría un ex River, Damián Álvarez: a los 25’ del segundo, los de Gallardo estaban knockaut, 2-0 abajo. Pero hubo un impulso, que fue más amor propio que otra cosa; y fue sobre el final.

A los 42’, Rodrigo Mora y Teófilo Gutiérrez quedaron frente a Nahuel Guzmán. El uruguayo sacó un remate que el arquero rechazó pero que le quedó al colombiano, y con el arco vació descontó. 2-1, pero eran muy pocos los que tenían esperanza. Dentro de esos pocos, se encontraba esta dupla, que tres minutos más tarde aparecería de vuelta: en el área, Teo vio el desmarque de Mora, lanzó un centro preciso y con una bomba de aire el uruguayo le daba vida a River. 2-2, y a soñar. Increíble. En la cancha, todos anonadados. La clasificación, igualmente, dependía de lo que pasara entre Juan Aurich y el equipo mexicano en la próxima fecha.

En conferencia, el Muñeco declaró: “Tengo la sensación de una buena señal, que hubo una señal. Cuando nosotros estábamos totalmente abatidos, ese empate sobre el final nos da una chance, y nos vamos a aferrar a esa chance...”

FORMACIÓN: Marcelo Barovero; Gabriel Mercado, Jonatan Maidana, Germán Pezzella, Ramiro Funes Mori; Carlos Sánchez, Leonardo Ponzio, Ariel Rojas; Leonardo Pisculichi; Rodrigo Mora, Teófilo Gutiérrez.

FECHA 6: San José de Oruro (BOLIVIA)

Llegaba el final del grupo. Para River, también podía ser el fin de la edición. Acá, ante San José, obviamente debía ganar. Allá, en Perú, Tigres (con suplentes y sin completar el banco) debía ganarle a Juan Aurich.

Fue un trámite en el Monumental: 3-0 con goles de Rodrigo Mora -doblete- y Teófilo Gutiérrez. Ya en el primer gol, todos pusieron los ojos en el otro partido, que también fue de película: los Auriazules le daban la clasificación al Millonario ganándole al Ciclón del Norte por el marcador de ¡4-5! Estando abajo del marcador, arriba, abajo y finalmente arriba, el héroe se llamaba Enrique Esqueda, marcando tres de los cinco goles del conjunto mexicano. River estaba en los octavos de final de la Copa Libertadores 2015, clasificando como peor segundo con 7 puntos, una victoria, cuatro empates y una derrota.

Ahora que venga el que sea” dijo Marcelo Gallardo. Empezaba la recta final de la consagración.

FORMACIÓN: Marcelo Alberto Barovero; Jonatan Ramón Maidana, Germán Alejo Pezzella, Ramiro José Funes Mori; Carlos Andrés Sánchez, Claudio Matías Kranevitter, Ariel Mauricio Rojas; Gonzalo Nicolás Martínez, Leonardo Nicolás Pisculichi; Rodrigo Nicanor Mora, Teófilo Antonio Gutiérrez.

 

OCTAVOS DE FINAL: Boca Juniors (ARGENTINA)

Bueno, se dio la clasificación. El Muñeco y todo River esperando a cualquier equipo, porque después de lo que había pasado, no se podía especular por el rival de turno. La clasificación agónica fue un plus anímico para todo el equipo.

Como bien dijimos antes, el Millonario clasificó como peor segundo. O sea, en la lista de clasificados, el último era el conjunto de Núñez. ¿Con quién se debía enfrentar? Con el mejor primero. ¿Quién era? Sí, Boca Juniors.

El máximo rival tendría una especie de revancha, a meses de la semifinal de la Copa Sudamericana. Venía de una campaña perfecta en el grupo 5, donde ganó los seis partidos (18 puntos de 18 posibles). Era claro quién llegaba mejor; pero estamos hablando de un Superclásico copero, y eso no importa.

Vamos al desarrollo: la ida, en el Monumental. Fue victoria 1-0 para el local, sin mucho que destacar más que un mano a mano que tuvo Jonathan Calleri al inicio del segundo tiempo para el Xeneize y que Marcelo Barovero contuvo, y que el gol de penal convertido por Carlos Sánchez a diez minutos de finalizar el encuentro. También algunas agresiones, marcando un poco lo que sería la vuelta, que de más está decir que estaba para cualquiera.

FORMACIÓN: Marcelo Barovero; Emanuel Mammana, Jonatan Maidana, Ramiro Funes Mori, Leonel Vangioni; Carlos Sánchez, Leonardo Ponzio, Claudio Kranevitter, Sebastián Driussi; Rodrigo Mora, Teófilo Gutiérrez.

El jueves 14 de mayo se dio la vuelta en la Bombonera, y donde no se vio un partido de fútbol. Sí, el partido comenzó, la pelota rodó, pero no había ambiente de fútbol. Ambiente de Superclásico copero. Había ambiente de guerra. Una bandera que mostró la transmisión en la previa nos hace la descripción más fácil: “Si nos cagan otra vez, de la Boca no se ba nadie” haciendo alusión a la burla del descenso y con un mensaje claro por el arbitraje de Germán Delfino en la ida (y las semifinales del año anterior). Un adelanto.

Bien, el partido empezó. River salió con su ventaja, no se resguardó, sino que se hizo respetar en el terreno de juego, cerrando los espacios y con varias chances de gol, donde los jóvenes Sebastián Driussi y Gonzalo Martínez se encargaron de generar confusión en la defensa local.

Eso fue todo, ya que a la salida del equipo visitante para disputar el segundo tiempo, ocurrió un hecho vergonzoso: los dirigidos de Marcelo Gallardo sufrieron un ataque de gas pimienta, provocando ceguera temporal, ardor en los ojos y hasta quemaduras de primer grado. Mientras tanto, el conjunto local se formó para completar el partido hasta que se determinó la suspensión. En el medio, un drone ingresó al terreno de juego con un fantasma recordando el descenso, y a la salida de los equipos, botellazos desde la platea.

Un inadaptado arruinaba la serie y perjudicaba a su club, ya que dos días más tarde, el sábado 16/05, la CONMEBOL le dio la clasificación a River a la siguiente instancia donde aguardaba Cruzeiro. Fue un hecho lamentable, que sin dudas ensució de alguna manera la campaña, pero los hechos se pagaron y se determinó lo más justo.

FORMACIÓN: Marcelo Barovero; Emanuel Mammana, Jonatan Maidana, Ramiro Funes Mori, Leonel Vangioni; Carlos Sánchez, Claudio Kranevitter, Leonardo Ponzio, Gonzalo Martínez; Sebastián Driussi, Rodrigo Mora.

 

CUARTOS DE FINAL: Cruzeiro (BRASIL)

La superación del hecho lamentable ocurrido en la cancha de Boca se tornó rápida, ya que la siguiente instancia tuvo su inicio la semana siguiente. Pasando la página: quien esperaba en cuartos de final era Cruzeiro, que había dejado en el camino a Sao Paulo.

En la ida, que se disputó en el Monumental, se dio cierto clima de festejo tras la eliminación al máximo rival y la de seguir en pie en la Copa, ya que como todo, el fútbol sigue. Sin embargo, en un partido malo y en ese clima raro, el Celeste se llevó una victoria por 0-1, donde Marquinhos fue el autor del único tanto a poco de la finalización del encuentro. River debía aclarar las cosas e ir al Mineirão a buscar la clasificación a semifinales estando abajo en el global.

FORMACIÓN: Marcelo Barovero; Emanuel Mammana, Jonatan Maidana, Ramiro Funes Mori, Leonel Vangioni; Carlos Sánchez, Claudio Kranevitter, Leonardo Ponzio, Gonzalo Martínez; Rodrigo Mora, Teófilo Gutiérrez.

Llegó la vuelta, siete días más tarde. Se podría decir que la derrota en la ida fue para el Millonario el cachetazo para acomodar las ideas, para soltar lo que fue la clasificación ante Boca. Debía ganar sí o sí en el Mineirão, y con una diferencia de dos goles. Fue así también.

En uno de los mejores partidos de la era MG, River dio una exhibición de fútbol y se impuso por 0-3. Lo arrolló al conjunto brasileño. Carlos Sánchez, Jonatan Maidana y Teófilo Gutierréz fueron los autores de los goles para sellar la clasificación a semifinales, dejando en el camino a un gran equipo en su estadio y con un resultado adverso. Redondo.

FORMACIÓN: Marcelo Alberto Barovero; Gabriel Iván Mercado, Jonatan Ramón Maidana, Ramiro José Funes Mori, Leonel Jesús Vangioni; Carlos Andrés Sánchez, Claudio Matías Kranevitter, Leonardo Daniel Ponzio, Ariel Mauricio Rojas; Rodrigo Nicanor Mora, Teófilo Antonio Gutiérrez.

SEMIFINALES: Club Guaraní (PARAGUAY)

Repasemos hasta acá. River volvió a disputar el certamen más importante de América luego de seis años, pasó la fase de grupos raspando, se enfrentó y eliminó a su máximo rival (mejor primero) en octavos, y luego dio vuelta la serie en Brasil ante un equipo duro como Cruzeiro.

Ahora, semifinales. Volvía a disputar esta instancia luego de diez años, tras la eliminación de la edición 2005 ante Sao Paulo. Quien estaba enfrente ahora era el sorprendente Club Guaraní, el equipo paraguayo que dejó en el camino a Corinthians SC y a Racing Club. Estas se dieron luego del receso por la Copa América, y Marcelo Gallardo tuvo la posibilidad de traer jugadores: fue así como llegaron Lucas Alario, Luis González, Javier Saviola, Tabaré Viudéz y Nicolás Bertolo. Pero así como llegaron, dos piezas importantes salían de sus filas: Teófilo Gutiérrez y Ariel Rojas. Dos pilares se iban de maneras algo polémicas y en un momento difícil, pero bueno.

La ida se disputó en el Monumental. La gente ya se enfocaba en la recta final y estaba más que ilusionada. Fue así como se dio una victoria por 2-0, con goles de Gabriel Mercado y Rodrigo Mora, con el debut del delantero Lucas Alario, quien dio las dos asistencias.

FORMACIÓN: Marcelo Barovero; Gabriel Mercado, Jonatan Maidana, Ramiro Funes Mori, Leonel Vangioni; Carlos Sánchez, Claudio Kranevitter, Leonardo Ponzio, Luis González; Lucas Alario, Rodrigo Mora.

Copamos Belo Horizonte y Asunción...” fue el cantito que se escuchó en el Defensores del Chaco y se hizo hit del momento. En la puerta estaba la final de la Copa Libertadores. El Millonario solo debía reafirmar lo hecho en la ida.

Se tambaleó un poco, tuvo momentos donde el Aborigen lo puso contra las cuerdas, y así llegó el primer gol de la noche: Fernando Fernández puso el 1-0 para el local en el primer cuarto del segundo tiempo. Los paraguayos tenían la ilusión, hasta que a los 34’, Tabaré Viudez le metió una pelota excelente a Lucas Alario que quedó mano a mano con el arquero Alfredo Aguilar y con una definición excelsa puso cifras definitivas. River era finalista de América tras 19 años. Asunción, una fiesta. Argentina y todo Nuñez era una fiesta. De yapa, clasificaba al Mundial de Clubes, debido a que Tigres clasificaba a la final y, al haber un representante CONCACAF, el Millonario ocupaba su lugar, saliera campeón o no. Pero eso no importaba demasiado, todos querían volver a tocar el cielo por tercera vez.

FORMACIÓN: Marcelo Barovero; Gabriel Mercado, Jonatan Maidana, Ramiro Funes Mori, Leonel Vangioni; Carlos Sánchez, Claudio Kranevitter, Luis González; Gonzalo Martínez; Lucas Alario, Rodrigo Mora.

FINAL: Tigres UANL (MÉXICO)

Lo que son las vueltas de la vida, ¿no? En la final, River se encontraba con quien le había dado la oportunidad de seguir en la competición. Tigres parecía que había llegado para cobrarse esa ayuda. Pero no fue así.

Con respecto a las fases anteriores, ahora la ida sería de visitante: en el Estadio Universitario donde el Millonario sacó un empate agónico, había que dar el primer paso. Fue un miércoles 27 de julio, y con el mismo resultado: empate. Esta vez fue sin goles, y era notorio que los dirigidos por el Muñeco eran otro equipo, muy diferente al de la fase de grupos. Sin embargo, sufrió por momentos y el local estuvo cerca de mojar.  

Lo destacado para la vuelta, además de que la definición estaba totalmente abierta, era la expulsión de Marcelo Gallardo por insultar al árbitro Antonio Arias. El director técnico, la cara principal del equipo, el líder que guió a sus hombres a disputar una final del club luego de varios años, se perdía el partido definitorio.

FORMACIÓN: Marcelo Barovero; Gabriel Mercado, Jonatan Maidana, Ramiro Funes Mori, Leonel Vangioni; Carlos Sánchez, Leonardo Ponzio, Claudio Kranevitter, Tabaré Viudez; Lucas Alario, Rodrigo Mora.

Llegamos al miércoles 5 de agosto. No hay que llamarlo resurrección, ya que el club nunca sufrió ningún tipo de muerte, pero era un día para reflexionar sobre todo lo que pasó en el club para llegar a ese día.

Con Matías Biscay y Hernán Buján a la cabeza, River salía en conquista de su tercera Copa Libertadores. Fue un partido duro, los de Ricardo Ferreti se hicieron sentir y a eso se le sumó una lluvia torrencial, una lluvia que sería un adorno para el festejo: a los 41’ de la primera parte, Leonel Vangioni hizo una gran jugada personal y puso un centro perfecto que conectó el señor Lucas Alario, quien venció a Nahuel Guzmán para el 1-0. Cada vez más cerca.

En el segundo costó aumentar la ventaja, pero estaba todo dado para que pase: a los 29’, Carlos Sánchez fue derribado en el área. El uruguayo pidió el penal y lo cambió por gol. 2-0 y fiesta. La gente ya lo palpitaba, hasta que llegó la frutilla del postre cuatro minutos más tarde, el grito final: Leonardo Pisculichi ejecutó uno de sus tantos centros perfectos y Ramiro Funes Mori dio el frentazo para el delirio riverplatense. 3-0, y River campeón de América. Nadie se cobró nada, Tigres fue comido por el animal que él mismo le dio vida.

FORMACIÓN: Marcelo Barovero; Camilo Mayada, Jonatan Maidana, Ramiro Funes Mori, Leonel Vangioni; Carlos Sánchez, Leonardo Ponzio, Claudio Kranevitter, Nicolás Bertolo; Lucas Damián Alario, Fernando Cavenaghi.

Volviendo a lo anterior, no fue una resurrección. River nunca se murió; pero con esa Copa volvió a tocar el cielo con las manos después de 19 años, donde en el medio pasó de todo. En menos de un año en la dirección técnica, Marcelo Gallardo le daba al club y a toda la gente una de las mayores alegrías de la historia, la que volvió a poner al club en el podio internacional. Desde ahí no faltó a ninguna edición, y como si fuera poco, compitió en la mayoría y llegó a dos finales.

Y sí señor, que de la mano del Muñeco vamos a Japón”. De la mano del Muñeco, River no solo volvió a Japón; volvió a ser River.