Altibajos. Esa es la palabra que tranquilamente podría describir la Primera Nacional del club de Alta Córdoba.

El torneo empezó con dos derrotas. 0-2 con Villa Dálmine en Campana y un 2-3 frente a Sarmiento de Junín en Alta Córdoba, mostrando serias falencias en lo futbolístico.

Un antes y un después se produjo en esa primera parte del torneo: El retorno de Juan Ignacio Sills.  Debutó ante Riestra de visitante, y en el mediocampo junto a Ignacio Antonio, aportó regularidad y orden al centro del campo ''glorioso''.

Luego de ese encuentro, Instituto encadenó 4 victorias consecutivas, mostrando ante Tigre, en Alta Córdoba, una de sus mejores versiones en el certamen con un categórico 3-0.

Luego de esa buena racha, errores propios le hicieron perder muchos puntos, como en el caso del partido ante Defensores de Belgrano y Atlético de Rafaela.

El comienzo de la segunda rueda fue idéntico. Un punto sobre 9. Instituto seguía perdiendo unidades.

Otros puntos, quedaron en el camino de forma casi inexplicable, como en el caso de la visita a Tucumán para jugar frente a San Martín. Esa tarde, Ignacio Arce metió un cabezazo en tiempo de descuento tras un córner y puso el empate.

Tras la renuncia de César Zabala y un interinato, Fernando Quiróz se hizo cargo de la dirección técnica y debutó frente a Tigre en Victoria. Fue una nueva goleada y parecía que comenzaba la levantada, pero la pandemia a la ''gloria'' le dijo no.