En el 2010 había extendido su vínculo con Banfield por cuatro años más, pero en el 2011 el interés de Falcioni -en ese entonces entrenador del Xeneize y anteriormente del equipo campeón del Taladro en 2009 del cual Erviti fue parte- cambió sus planes y el marplatense decidió arribar a Boca. Jugó hasta el 2013, año en el que rescindió el contrato para irse a jugar a Atlante de México.

En el club de La Boca disputó 103 partidos, ganó el Torneo Apertura 2011 y la Copa Argentina 2012, mismo año en el que fue finalista de la Copa Libertadores. Además, quedó en el recuerdo del hincha su gol ante River en el 2-2 en El Monumental.

El ex futbolista en diálogo con el programa partidario Boca Late, confesó que el mito sobre de La Bombonera es cierto. "Todos los que la han pisado lo dicen, tiene peso propio. Tenés que hacer señas porque no escuchas al compañero. Es un lugar único a nivel mundial y un punto a favor que tiene Boca".

Acerca de su salida del club, declaró: "Me hubiese encantado continuar en Boca pero yo llegué a los 30 años y con esa edad tenía que hacer un gran despliegue. Luego se me hizo cada vez más difícil".

En muchas ocasiones se rumoreó que su partida tuvo que ver con una mala relación con Riquelme. En primer lugar, lo llenó de elogios: "La verdad que fue un placer jugar con él, llegamos a la final de la Libertadores por su desempeño". Aunque, aclaró que siendo compañeros se sintió dolido cuando Román en una entrevista hizo una crítica hacía el equipo y hacía los "jugadores grandes", en ese momento el volante zurdo le dijo esto al ídolo y esté último le pidió disculpas.