Aquel domingo 17 de septiembre del 2000, luego de realizar las inferiores en Newells y estar presente en las pruebas de River donde no quedó, se subió a un vuelo rumbo España con escala previa en Madrid acompañado de su padre Jorge, Lionel Messi arribaba a la ciudad catalana con la ilusión de ser jugador profesional y llevar adelante un tratamiento por las hormonas de crecimiento. Sin embargo, en ese mismo año, comenzó su sueño y realizó las formativas en las masías captando la atención Carles Rexach, el ex entrenador de la Selección de España se comprometió a la firmar su primer contrato que el delantero de 32 años estampó en una servilleta.

Los conocedores de las formativas del Barcelona, se lo mostraron ilusionados con el argentino y lo describiendo como: un joven con gran proyección. En el inicio de la historia entre Messi y el conjunto Blaugrana se produjo un 16 de noviembre del 2003 en un amistoso ante Porto en el estadio do Dragao, en aquel momento, Frank Rijkaard era el técnico que lo hizo debutar en Primera División.

En el arranque de la primera estadía en Barcelona formó una dupla con Ronaldinho y en declaraciones que brindó en diferentes medios le agradeció al brasileño por acompañarlo desde el primer momento. La historia marca las dos décadas ganadas por parte de la “Pulga” con 34 títulos, se convirtió en el más ganador del fútbol español y hace unas semanas fue noticia al anunciar su continuidad en el elenco dirigido por Ronald Koeman.

Veinte años, después de esa primera vez que piso Cataluña, es referente y querido por el pueblo Blaugrana, además es el mejor jugador del mundo. Del 2000 hasta la actualidad, lo que llevaba en su mochila el rosarino, se le cumplió y ahora en 2020, buscará seguir batiendo records personales y levantando más trofeo a su vitrina personal.