La Primera Nacional volvió con todo, luego de varios meses de espera e incertidumbre. Tigre, por nombre y jerarquía, se armó con refuerzos importantes, que se han destacado en la categoría, y está logrando frutos: el Matador derrotó a San Martín de Tucumán en La Ciudadela (1-0), cayó sobre la hora ante el puntero de la zona, Atlético Rafaela (2-3) y viene de derrotar con autoridad a Villa Dálmine en casa (3-1). Seis puntos de nueve en el bolsillo, sabiendo que un buen arranque es vital en un formato de Liguilla como éste.

Juan Carlos Blengio, ídolo absoluto y totalmente involucrado con la causa y la institución, está haciendo sus primeras armas como entrenador del primer equipo, tras su experiencia en la Reserva. Si bien heredó el plantel de Néstor Gorosito, se está viendo su sello: sus prioridades consiste en en la fortaleza defensiva, en del despliegue de los laterales, en un mediocampo aguerrido (doble 5), un jugador creativo y dos puntas. El Chimi busca equilibrio y adaptarse a los momentos de los partidos, atacando cuando sea necesario y defendiendo cuando la situación lo requiera. 

Puntos altos

Quien volvió a tener protagonismo en el equipo titular es el capitán, Martín Galmarini, jugando de 4. El Patito, en los últimos años, venía siendo parte del recambio. Sin embargo, demuestra que quiere ganarse el puesto y Blengio le está dando la oportunidad de que aporte sus más de 360 partidos jugados en el club.

Asimismo, hay que mencionar las gratas apariciones de los refuerzos: sin Diego Morales disponible, en estas tres fechas tomó la 10 Diego Becker, que fue una de las grandes figuras del momento. Con su juego, su gambeta, su panorama para buscar receptores potables y su definición (golazo contra Dálmine) lo posicionan muy buen, obligando a Cachete a esforzarse el doble. Por otra parte, el volante Gabriel Compagnucci anotó un tanto contra Atlético Rafaela y rápidamente se adaptó al equipo, proponiendo desborde y llegada clara al área rival.

En la defensa, el DT consolidó a Gonzalo Marinelli, más allá de algunos errores groseros. El arquero campeón es importante con su excelente pegada para el ataque directo y viene de atajar un penal en el partido pasado. Atrás corren Nicolás Navarro y los juveniles Marco Wolff y Felipe Zenobio. Mientras que el zaguero Abel Luciatti, una de as caras nuevas, no venía lúcido, hasta que se reivindicó con un cabezazo a la red ante el Viola. Hace tiempo que Tigre no tenía un central goleador, lo cual es determinante para aprovechar la pelota parada, casi siempre a cargo de Sebastián Prieto, el 3 que llegó de Temperley y ya obtuvo su lugar en el once de arranque. El otro zaguero, Néstor Moiraghi, fue de los más flojos del partido pasado y competirá fecha a fecha con Facundo Monteseirín para ser el 6.

En la delantera, Pablo Magnín se reencontró con el gol (lleva ya cuatro gritos en Tigre, en siete partidos jugados) y lo acompaña Ijiel Protti, que también ya dejó su sello goleador en el presente certamen, quedando relegado Enzo Díaz (que ni figura en los concentrados). Por su parte, Carlos Luna aguarda su chance en los relevos (siempre ingresa en los segundos tiempos) y en el campeonato ya otorgó una asistencia. El Chino convirtió un doblete en el amistoso de esta semana contra Real Pilar (2-2), aunque todavía no le alcanza para jugar de entrada.

Las finales 

Literalmente, cada partido es una definición. Tigre no puede dejar escapar ningún punto. Quedan cuatro partidos: visita a Gimnasia de Mendoza, recibe a Defensores de Belgrano, visita en Junín a Sarmiento y por último, juega en Victoria vs Deportivo Riestra. Solo accederá a la final por el ascenso directo ganando el grupo. Y en caso que no lo logre, quedando en segundo lugar accederá a las semifinales de la Etapa Clasificatoria. Caso contrario, jugará entera toda la Etapa Eliminatoria. El momento es ahora. Tigre tiene una meta clara y un equipo sólido para encarar ese objetivo. Depende de seguir ganando cada final, dejando lo estético para después.