En el estadio Mario Alberto Kempes, Defensa y Justicia le ganó a Lanús por 3 a 0 y consiguió la ansiada Copa Sudamericana. La Copa Libertadores, ese torneo que todos anhelan pero que en el Halcón quedó trunco, por su sueño de clasificar a los octavos de final, tuvo en la Sudamericana, la revancha ideal. Luego de esa dolorosa eliminación frente a Santos de Brasil en el grupo G,  la escuadra de camiseta verde y amarilla se reconstruyó rápidamente y en este certamen, con su misma propuesta de juego dio grandes pasos hasta llegar a la soñada final. En este último peldaño la formación de Florencio Varela jugó el partido con la sabiduría de los grandes equipos, ya que cumplió con todos los papeles. A la hora de atacar, generó peligro y cuando tuvo que defender, se brindó con firmeza para cortar los futuros avances del Granate.

En el primer tiempo, el equipo conducido por Hernán Crespo supo esperar su momento y cuando desplegó su plan, dominó claramente a su rival. En ese manejo del encuentro, llegó con peligro y cuando tuvo la inteligencia de sorprender, lo hizo, gracias al ingenio de Walter Bou, el pase de Braian Romero y la virtud de Adonis Frías, para vencer a Lautaro Morales. Con ese primer tanto, Defensa y Justicia mantuvo el orden, que se apagó unos instantes cuando el elenco orientado por Luis Zubeldía le quitó la pelota. Sin embargo, esa leve recuperación duró un suspiro porque el Halcón volvió afirmarse en el campo de juego. También Lanús volvió a cumplir el rol de un equipo sin agresividad, sin la postura de atacar con claridad y lo pagó caro.

En el complemento, el cuadro de Florencio Varela siguió con su hoja de ruta, entendiendo cada momento para no perder el horizonte. En ese aspecto, el ingreso de Miguel Merentiel le dio una nueva variante en la ofensiva. En un nuevo ataque, Romero  ratificó  su papel de goleador en el combinado dirigido por Crespo ya que con una definición de lujo, convirtió el 2 a 0. Unos minutos después, la llegada de Washington Camacho le dio más recursos a Defensa para llegar con más prolijidad. Por su parte el Granate sintió el impacto y con más voluntad que ideas se adelantó unos metros y trató de incomodar a la última línea.

Asimismo, el arquero Ezequiel Unsain no sufrió grandes complicaciones. Sin embargo, el duelo iba a tener una nueva emoción y ante una defensa desarmada, el uruguayo Camacho estableció el 3 a 0 final. De esta forma, Defensa y Justicia le ganó con autoridad al equipo comandado por Zubeldía y se consagró campeón de la Copa Sudamericana.