"El pueblo nunca olvida a quien lo hizo feliz", la frase sonó, una y otra vez, luego de la muerte de Diego Armando Maradona. Ahora, bien puede utilizarse para Santiago Damián García. La noticia del encuentro de su cuerpo sin vida el pasado sábado (según las pericias, falleció en la madrugada del jueves) golpeó, y mucho, al mundo del fútbol. Especialmente, a los hinchas de Godoy Cruz y de Nacional de Uruguay, quienes se unieron en un solo grito para recordar al ídolo. Fanáticos, clubes, ex compañeros y ex rivales, también se sumaron al reconocimiento. 

Nadie lo podía a creer. Más de uno, sigue sin entenderlo. "Falleció el 'Morro' García", se veía en los televisores o en las redes sociales. Santiago, ese uruguayo que se ganó el corazón del hincha bodeguero, se había quitado la vida. Ese hombre de 30 años, quien se podía observar casi siempre con una sonrisa, no estaría más, físicamente, entre ellos. Miles de razones y conjeturas se dijeron horas después, pero el porqué se lo llevó con él. Y ese no es el punto a repasar.

Los homenajes y reconocimientos comenzaron a llegar. Los primeros equipos en hacerlo oficial fueron los de su país natal. Nacional y River Plate (Uruguay) lo recordaron en sus redes sociales y los hinchas hicieron eco. El club Godoy Cruz hizo rogar el comunicado oficial, que apareció horas más tarde. El que sí le dio su merecida gratitud fue el pueblo tombino, que se juntó, primero, en la calle del edifico donde vivía el goleador, en el Barrio Bombal del departamento de Godoy Cruz, y, luego, en las puertas del club, donde comenzó una seguidilla de veneraciones. 

 

 

 

El mismo sábado, la decisión acertada del club fue la de retirar la camiseta dieciocho. Las estadísticas quedan de lado. El "Morro" es el máximo goleador del Tomba en Primera División, con cincuenta y un goles, pero generó más que eso. Cuando llegó, en el 2016, se propuso hacer diez tantos, aun así, en el día a día, le dio mucho más. Se ganó el cariño de la gente bodeguera para siempre, y quedó demostrado.

 

Al día siguiente (domingo), los fieles llegaron hasta la sala velatoria en Maipú, para acompañar a la familia del delantero y seguir dando muestras de cariño. Sin embargo, el "último adiós" fue el más emotivo. El pasado lunes, miles de hinchas del Expreso se juntaron en una caravana de autos, motos, camionetas, bicicletas y gente a pie para despedir a su goleador. El coche fúnebre partió desde el Arena Maipú, pasó por calle Balcarce, donde se sumó gran parte de fanáticos y dio rumbo hacia el aeropuerto Francisco Gabrielli, donde saldría el vuelo charter hacia Uruguay. 

La caravana salió desde Maipú, paso por el Feliciano Gambarte, para llegar al aeropuerto provincial.
La caravana salió desde Maipú, paso por el Feliciano Gambarte, para llegar al aeropuerto provincial.

En Montevideo, el protagonista del fin de semana fue el estadio de Nacional: el Gran Parque Central. Allí, al igual que en Mendoza, desde el sábado aparecieron las ofrendas para el "Morro". El frente del recinto se llenó de flores, camisetas y banderas en recuerdo del delantero, quien debutó, como un "botija" (o "pibe"), en el 2008, con 18 años y gol incluido -con el extraño número cinco en la espalda-, en la final de la liguilla pre-Libertadores. Para colmo, el domingo se enfrentaron los dos clubes del país oriental donde brilló: el "Bolso" y River Plate. La jornada fue, por más, emocionante. 

Los recuerdos de los hinchas se juntaron en el palco 401 del estadio. Su palco, que compartía con Sebastián Coates y Diego Arismendi. El mismo que, el día anterior, había prendido su luz, en medio de la oscuridad, en memoria de su capitán. El resultado es una anécdota, ganó el "Tricolor", tres a cero. Antes del inicio del encuentro, hubo un minuto de silencio (y de aplausos). El conjunto decano mostró una pancarta con la leyenda "Por siempre Morro" y su capitán, Gonzalo Bergessio, portó, en su brazalete, una imagen de Santiago. Todos los jugadores, por supuesto, portaron una cinta negra. Al momento de festejar el gol, los futbolistas de Nacional señalaron al cielo y, cuando finalizó el partido, se acercaron al palco de la tribuna Atilio García, donde aplaudieron en homenaje al ex jugador bolso. 

 

 

Por su parte, el equipo darsenero ingresó al campo de juego con una foto del delantero y una camiseta con el número nueve. Ambas fueron colocadas en la mitad de la cancha antes del minuto de silencio. Aun así, la imagen más emotiva fue la de Claudio Herrera, quien compartió vestuario con el "Morro" en su paso por River. El jugador, una vez culminado el encuentro, se dirigió hacia el palco y, encapuchado y con al cabeza hacia el césped, se quedó unos minutos, como cualquiera de los seguidores que se vieron en Mendoza y en Montevideo. Santiago fue goleador del Torneo Apertura 2015 con la camiseta roja y blanca, antes de pasar a Godoy Cruz.

 

 

El día de ayer, llegó el cuerpo a Uruguay. Luego de la caravana de los hinchas bodegueros por las calles mendocinas, fue el turno de los tricolores. Pero no solo de ellos, sino del seguidor del fútbol uruguayo. Porque, en estos días de homenajes, se pudieron ver camisetas de Peñarol en la sede de Nacional. Los eternos rivales unidos por un nombre: Santiago García. El coche quedó en medio de la muchedumbre, que gritó por el delantero y lo despidió a su medida. El club informó que por "cuestiones sanitarias" el velorio no pudo realizarse en el Gran Parque Central. Aun así, el reconocimiento está hecho y vivirá con la leyenda "Morro eterno" en la camiseta del "Bolso".

Unidos por el
Unidos por el "Morro". Hinchas de Nacional y Peñarol en la despedida del delantero en la sede de Nacional. Foto: @ElOtroValentin.

Por otro lado, ese mismo día, la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales informó que "en señal de luto y reflexión" los jugadores no entrenarían con sus clubes.

 

Uno de los ex compañeros que se nombró fue Sebastián Coates. Amigos, ambos nacieron en el mismo año: 1990. Colegas, compartieron equipo en Nacional, entre 2008 y 2011. El defensor hizo los dos goles en la victoria de su equipo, Sporting Lisboa (puntero en Portugal), en la victoria contra Gil Vicente y se los dedicó al "Morro". "Fue un partido muy especial. Perdí a un amigo, un hermano", dijo, emocionado, el capitán del conjunto luso. 

 

 

Otros dos jugadores del país oriental dedicaron sus tantos al atacante: Fabián Estoyanoff y Edinson Cavani. El delantero del Manchester United marcó en el empate tres a tres frente al Everton y festejó con su dedo al cielo. Por su parte, el jugador de Peñarol, lo recordó luego de su victoria, dos a uno, contra Boston River. "Nos tocó estar juntos en un calabozo (luego de una escandalosa pelea en un Nacional-Peñarol). Estuvimos siete u ocho días encerrados, juntos, en una habitación y hablamos mucho, de la vida. Me invadió de tristeza la noticia, por eso pedí que usemos un brazalete negro en honor a él. Era una excelente persona", dijo después del encuentro. 

 

 

Cruzamos el charco de nuevo. En Argentina, uno de los mensajes más emotivos fue el de Ramón "Wanchope" Ábila. El delantero de Boca vivió una situación similar con su hermano y, en esta ocasión, recordó a su ex rival. "Se olvidaron de Santiago", es el resumen perfecto de las palabras del nueve xeneinze. Más tarde, pidió que la Copa de la Liga Profesional (comienza el próximo fin de semana y no se llamará Diego Maradona por temas legales) se nombre Santiago García. 

Sin dudas, para los hinchas de Godoy Cruz, los recuerdos más significativos se los dio Jaime Ayoví. El delantero ecuatoriano formó una dupla temible con García en el equipo del "Gallego" Méndez en el 2016. Durante el fin de semana, el ex jugador bodeguero recordó al "Morro" con fotos, videos y la difusión de una charla que tuvo con el uruguayo. "Aun espero que sea mentira amigo", puso quien jugase el Mundial de Brasil 2014 con su Selección. 

https://www.instagram.com/p/CK9NFFmpIE0/?utm_source=ig_web_copy_link

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No alcanzan las palabras para despedirlo. Fuera del jugador, todos afirman que se fue una gran persona. En Montevideo, por las calles bajas del Barrio Colón, comenzó a forjar su carácter y personalidad, siempre con una pelota de fútbol en sus pies. Los goleros le empezaron a temer a ese delantero que mandaba todo al fondo del arco y hacia bailar a la red. Así, se ganó el cariño y admiración de su Uruguay querido. Así, enamoró al hincha de Godoy Cruz, su segunda casa, su lugar en el mundo. Por eso, un fana del Bolso o un seguidor darsenero podrá cruzar el Río de la Plata, llegar a Mendoza y trepar el Aconcagua con una camiseta azul y blanca con la dieciocho en la espalda. Por eso, un bodeguero llegará a la rambla con un vino para compartir bajo el brazo. Y, ambos, se fundirán en un abrazo y se dirán: "nosotros tuvimos al 'Morro' García".