Los dirigidos de Gastón Coyette jugaron su mejor partido en lo que va del Torneo, pero no tuvo contundencia y apenas ganó por 1 a 0 sobre Temperley, Pero el "torito" dejó una buena impresión, superó de principio a fin al "gasolero" y se impuso en el marcador, por la sexta fecha de la Primera Nacional, para cortar la racha de cuatro derrotas en fila. 

El Club Atlético Alvarado en el primer tiempo mostró la mejor versión de lo que va del torneo. Con buen juego elaborado, con Sebastián Jaurena como recuperador en la mitad de la cancha, Vidal y Marcos Astina desnivelando permanentemente. De entrada, una falta en el borde del área parecía a pedir de Navarro. Pero Marcos Astina se hizo cargo él y la colgó del ángulo derecho de Papaleo que nada pudo hacer. El equipo de Gastón Coyette  Tuvo intensidad, movilidad de pelota, mucho ataque y poca contundencia. 

La superioridad del local era cada vez más evidente en el desarrollo, pero igual de corta en el resultado. Pasando el cuarto de hora, otra vez encontraron a Astina abierto a la izquierda para hacer la que más le gusta, se acomodó para adentro, se perfiló y metió la comba que se alejó del arquero pero otra vez el palo salvó al "gasolero". El "7" estaba obsesionado con otro gol y le daban espacio, estaba afilado y probaba. Se animó desde la derecha sin suerte pero cuando volvió al costado que más le gusta, otra vez hizo volar al arquero, pero en esta ocasión con una carambola, porque su derechazo pegó en la cabeza de Vidal, se elevó y caía detrás de Papaleo que se esforzó y cacheteó al córner. 

El "torito" no lo definía y casi lo sufre a los 28'. Una pelota que quedó corta en el borde del área, Pedro Fernández la pidió, pero Cáceres no lo cubrió, Pumpido casi lo anticipa y el rebote le quedó a Baldunciel que intentó definir por arriba y la cabeza salvadora de Alsina la mandó al córner. Un llamado de atención para el local que si no lo definía lo podía pagar caro. 

El final fue más apretado de lo que debía ser, un cabezazo de Gómez que se fue alto asustó a todos en el Minella
Fue triunfo y desahogo, con mezcla de satisfacción y la preocupación por no haber definido antes, pero lo importante era sumar de a tres, lo hizo, y encara de otra manera lo que viene.