Ya el ambiente en Avellaneda no es el mismo, y la gente lo hace notar. Teniendo en cuenta que La Academia acumula 5 partidos sin ganar de local, y el equipo visitante lleva 5 partidos sin derrotas, el partido de hoy era una presión aparte para poder romper esa racha.

Si bien no hubo muchas jugadas a destacar en los primeros 15', el equipo de Úbeda encontró un único espacio por el lateral derecho entre Juan Infante y Luciano Recalde. Por el lado de Platense, logró mucha libertad en la puerta del área. Dio varios avisos con un par de remates obteniendo, en parte, muy buena tenencia de la pelota. A todo esto, parte del plantel académico no se arriesgaba a hacer un cambio de ritmo o contrataque, sino más bien, pases hacía atrás y asegurar la pelota en vez de proponerse cambiar el marcador.

A Racing le costó romper la barrera defensiva debido a la firme postura del "Calamar" aunque en varias ocasiones perdían muy rápido el control de la pelota, nunca bajaron la guardia porque con tan solo 3 toques, habían demostrado que podían causar daño.

El arquero visitante, Luis Ojeda, se notó muy seguro y firme ante los pocos remates obligados que recibía por parte del local. Finalizando los primeros 45' con mucho más ritmo y ciertas jugadas preparadas, fue Platense quien terminó controlando la tenencia de la pelota y de a poco mantuvo a un Racing desorientado, en su área.

Sin mucha dinámica entre ambos equipos, el ST se mostraba interesante al momento de analizar como atacaban al equipo académico debido a la mala posición que se encontraba. A los 22' vino el gol de Hernán Lamberti, luego de un córner, de rebote le quedó para rematar y Gabriel Arias, tapado totalmente por sus compañeros, no tuvo tiempo de reaccionar y así se abrió el marcador.

Se realizaron varios cambios para la llegada de gol, ataque y recuperación de la pelota, pero ninguna respuesta positiva recibió este planteo. A los 35', la última jugada destacada del partido, Sandoval tuvo un espacio libre para armar un contrataque, 3 jugadores como defensa, mal parados, no pudieron detenerlo y por suerte Arias salvó a Racing, una vez, más del papelón.

 

Ahora solo queda pensar en Unión y ponerse firmes a un objetivo que parece no estar claro, se nota la comodidad de ciertos jugadores y el cuerpo técnico debe tomar las decisiones correctas.