Por la quinta fecha de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol, Racing le ganó 1-0 a Talleres, de local, y se prendió en la parte alta de la tabla de posiciones. El cotejo se jugó al ritmo del equipo de Gago que va encontrando el funcionamiento que el DT promulga.
Desde el minuto uno se notó la diferencia de intensidad entre ambos equipos. Era notable como el contexto de ambos conjuntos influyeron en el aspecto anímico. Racing, enérgico, presionó al rival y comenzó a mover la pelota de un lado a otro buscando desestabilizar al aparato defensivo de Talleres. Lo logró en varias ocasiones.
Ambas bandas fueron fundamentales para dañar al matador cordobés. Las duplas Piovi-Cardona y Mura-Hauche eran sociedades que constantemente decían presente en el desarrollo del juego. Por otro lado, Racing jugó al ritmo del Lolo Miranda, un interno con llegada que está siendo de lo mejor de La Academia en el 2022. En la primera parte no fue la excepción. Atento en los relevos y fundamental en la transición de defensa hacía ataque en el local.
El gol llegó más rápido de lo que muchos podían pensar. Apenas pasados 11´ del pitazo de Vigliano, Racing a puro toque fue moviendo la defensa rival, de izquierda a derecha. Nació por la banda izquierda, desde Piovi para Miranda que, de primera, colocó una asistencia quirúrgica a Hauche que quedó de cara al arco rival y no perdonó.
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El equipo de Gago siguió insistiendo y Copetti tuvo 2 chances de gol increíbles que, por impericia propia, no pudo aprovechar. Durante los primeros 45 minutos fue un dominio total del equipo local sobre el visitante. El resultado parcial fue de 1-0, pero el juego dejó sensaciones de superioridad notable del equipo de Avellaneda. La mala noticia de la noche fue que Cardona salió lesionado a los 22´ e ingresó Chancalay en su reemplazo.
A Talleres el gol le cayó como un baldazo de agua fría, y esto sumado al contexto negativo del conjunto cordobés, hizo que corra de atrás el balón durante todo el primer tiempo. Por si faltaba algo más, a los 31´ Enzo Díaz fue expulsado correctamente por doble amonestación. Claramente no era la noche de la "T".
Tras la finalización del primer acto la sensación fue que Racing tranquilamente podría esta ganando por más de un gol. La diferencia en el juego y la intensidad fue notable, pero el marcador marcaba que solo un tanto separaba a ambos equipos, y por supuesto que esto dejaba más vivo que nunca a Talleres.
Los segundos 45´ siguieron con la misma tónica que la primera parte. Talleres, a pesar de tener la excusa de estar con 10 futbolistas, nunca generó aproximaciones que puedan significar un peligro para "Chila" Gómez y compañía. Muy pobre lo de la "T".
El local se cansó de generar peligro en el área rival, pero siempre faltó el último toque, pase, remate. En definitiva, faltó que la pelota entré, y lo más curioso es que lo hizo en dos ocasiones de la mano de Tomas Chancalay, pero el lineman los anuló erróneamente por offside. Eran jugadas finas, pero que lo cierto es que con VAR Racing iría ganando 3-0.
El gran temor de Gago era que, a pesar de llegar constantemente y que el rival no te genere, La Academia no podía terminar de liquidar el partido, y esto siempre supone un riesgo. Lo cierto es que por esto es que los hinchas de Racing, casi al final del cotejo, se agarraron la cabeza. Héctor Fertoli remató de contrapique, en lo que fue el único tiro al arco del visitante en el segundo tiempo, y Chila Gómez lo tapó de gran manera desactivando el peligro y cerrando definitivamente el partido.
Victoria académica en el Cilindro. Dominó de principio a fin a Talleres. Racing suma de a tres, continua invicto, y muestra un funcionamiento que hace meses no se apreciaba en Avellaneda. Llegó a los 9 puntos y se encuentra parcialmente en zona de clasificación a la etapa siguiente (falta que juege Banfield). ¿Arrancó la Gagoneta?