El partido comenzó parejo, con un ida y vuelta en el que llegaba Independiente y luego respondía San Lorenzo. Esta constante se mantuvo varios minutos, y dio lugar a tramos donde un equipo se imponía al otro en el control de la pelota. En estos, el Rojo generó más chances de gol mediante Alan Soñora y Leandro Fernández, quienes fueron muy participativos en la creación de ataques y contaron con la compañía de Juan Cazares y las proyecciones de Alex Vigo para llegar al arquero Sebastián Torrico. Las más destacadas fueron: un remate por parte del ecuatoriano tras una serie de rebotes, un disparo de Soñora que se desvió en Leandro Benegas que también tuvo una volea que pasó cerca, otro de Fernández que se fue por arriba y uno lejano de Lucas Romero que rozó el caño derecho. Por su parte, el Ciclón sólo logró dos ocasiones claras que fueron contenidas por Milton Álvarez frente a Ezequiel Cerutti. Sobre el cierre del primer tiempo, el Diablo consiguió abrir el marcador, tras una falta contra el Perro  Romero (uno de los mejores de este período), desde la cual el 9 envió un centro preciso con el que Benegas, de cabeza, puso el 1-0 para el equipo que más intentó y que fue más preciso.

 

El complemento mostró a un conjunto local más decidido, pero con un visitante que siguió en búsqueda de liquidar el cotejo, a través de la asociación Soñora - Cazares, que le aportó claridad para llegar al arco azulgrana. En este, se encontró con un Cóndor Torrico sólido que atajó las oportunidades más concretas: un remate casi en la línea del Tuco y un cabezazo de Sergio Barreto. Después de las salvadas, un córner para San Lorenzo cayó en la testa del paraguayo Adam Bareiro, ante la cual Álvarez logró responder cuando la pelota ya se había colado bajo los tres palos. El encuentro se puso 1 a 1 y cambió drásticamente la forma de jugarse, puesto que el Cuervo se adelantó y tuvo varias chances para ganarlo que no se concretaron, mayormente, por impericia propia. La más peligrosa fue un contraataque en el que Néstor Ortigoza asistió a Cerutti y este pifió en la definición a pesar de estar en una buena posición. El Rey de Copas se diluyó y perdió la confianza y seguridad de la primera parte, sumado a que los cambios que realizó Eduardo Domínguez no gravitaron en el trámite. Sin embargo, el partido en sí quedó manchado sobre el final: primeramente, después de una revisión en el V.A.R, el árbitro Andrés Merlos expulsó al mediocampista de San Lorenzo Siro Rosané por una dura falta contra Vigo y luego con una patada muy fuerte del central Federico Gattoni hacia el ingresado Tomás Pozzo, que provocó que el enganche de 21 años saliera lesionado entre lágrimas y con mucha dificultad para caminar, algo que despertó la preocupación en la entidad de Avellaneda y Toto abandonó la cancha con su tobillo completamente doblado. El referí adicionó siete minutos en los que no pasó nada importante, hasta el silbatazo final. El informe médico de Pozzo arrojó que padece una entorsis con un traumatismo en la cara externa de su tobillo, sin lesión ósea.

 

Con este resultado, los comandados por Domínguez iniciaron el nuevo certamen con un empate (como dato curioso, todos los partidos jugados previos a este también salieron 1 a 1), en el que mostraron uno de los mejores desempeños en lo que va del ciclo del ex director técnico de Colón de Santa Fe, aunque la ineficacia resultó cara. La próxima fecha, Independiente recibirá a Talleres de Córdoba el viernes a las 21.30 en el estadio Libertadores de América Ricardo Enrique Bochini.