Si, la noche se presentó así, en la costa atlántica hizo mucho frío y cayó una pequeña garúa, pero de esas que molestan y mucho. Todo ese clima horrible en la previa del encuentro se tradujo a la cancha, y Aldosivi volvió a perder. Fue por 2 a 1, aunque el equipo tucumano le hizo precio, porque sobre todo en el segundo tiempo tuvo muchas llegadas como para que el resultado sea mas abultado.

El comienzo del partido arrancó intenso, era sabido, ya que son dos equipos a los cuales les encanta presionar, esta vez no fue la excepción, ambos se apretaron en la mitad de la cancha, aunque a los 14', Ramiro Ruíz Rodríguez aprovechó los espacios que dejó la defensa adelantada del tiburón, y con polémica (por posible offside) convirtió el 1 a 0.

Luego de eso el partido entró en una tendencia muy clara, Aldosivi con sus miles de limitaciones intentó atacar como pudo a un Atlético que se sintió totalmente cómodo esperando detrás de mitad de cancha para así poder salir rápido con sus delanteros.

El primer tiempo no tuvo otras grandes emociones más allá de el gol, aunque en la segunda parte el partido tuvo otra dinámica.

El tiburón comenzó a desordenarse para atacar, y no solo que quedó descompensado atrás, si no que los ataques carecieron de sentido. Nada de nada para Aldosivi, que no encontró respuestas individuales, ni mucho menos colectivas.

A todo esto, el decano tucumano mantuvo el libreto, y comenzó a hacerse la fiesta, con llegadas claras de gol que el conjunto visitante no pudo aprovechar. Solamente pudo hacerlo una vez, cuando Menéndez puso el 2 a 0, aunque el VAR decidió que hubo mano en la jugada previa y cobró tiro libre para Aldosivi.

Por el lado del equipo de Somoza no hubo demasiadas llegadas, salvo un centro atrás de Escobar que interceptó Andrés Ríos en el punto del penal y terminó lejos del arco.

Fue una noche fría y oscura en Mar Del Plata, Aldosivi no encontró respuestas, ni en sus delanteros, ni en sus volantes, ni en sus defensores quienes tuvieron errores de jardín de infantes. Ni Somoza, más allá de que intentó mover el banco con Pisano y Escobar (ambos entraron con ganas) pudo torcer el destino de la noche, que terminó 1 a 0, pero que pudo haber sido, muchísimo peor, para colmo, la gente explotó.