La Albiceleste lo consiguió. Argentina se enfrentó al conjunto norteamericano dirigido por el Tata Martino y pudo ganar tras sufrir en los primeros 45 minutos pero tomar las riendas del encuentro y llevarse la victoria. 

En la primera parte Argentina no pudo fluir en su forma de juego. Se encontró con un México muy replegado y su línea ofensiva presionaba la defensa del seleccionado nacional.

Poco pudo progresar, el equipo de Martino marcó hombre a hombre a De Paul, que no tuvo un buen partido, y juntó muchos jugadores en la mitad de la cancha obligando al pelotazo o a la posesión defensiva sin peligro. 

En la segunda mitad, Scaloni movió el banco buscando respuestas. Allí se encontraba Enzo Fernández, que ingresó por Guido Rodríguez y cambió el partido. 

Di María, por la parte derecha de la cancha, metió un pase exquisito para Messi que en la medialuna del área paró la pelota y sacó un zapatazo inalcanzable para Ochoa. Así, Argentina marcaba el uno a cero que desató la locura de un país a los 64 minutos de partido.

A los 87 minutos, Enzo Fernández ingresó al área, hizo una gambeta entre tres jugadores mexicanos y abrió su pie derecho que le dio un efecto maravilloso a la pelota para que ingrese en el palo derecho del arquero Azteca y firme el dos a cero final.

La Selección Nacional siempre fue más que el rival. El la primera parte no pudo desplegarse por la defensa mexicana pero ya en los segundos 45 minutos pudo conseguir espacios. Rompió líneas con Fernández, fue punzante en la banda izquierda con el Huevo Acuña y el ingreso de Julián Álvarez fue positivo porque generó huecos en la defensa para filtrar pases al fondo del área. 

¿Y ahora cómo sigue la Selección? Si gana el partido frente a Polonia el miércoles a las 16 clasificará directamente a octavos de final. Si empata el partido, deberá esperar el otro partido en donde Arabia Saudita no debe ganar porque elimina al seleccionado nacional, mientras que una victoria o empate de México define la clasificación por diferencia de gol. Por último, si pierde quedará eliminado del Mundial. 

Argentina se juega su última chance en la fecha final. Enfrentará a la dura Polonia con una defensa sólida y un plantel decidido a ser punzante en los contraataques. La Selección sigue con vida.