Después de unos días a pura alegría y emoción por la obtención del Mundial de Qatar, más los interminables festejos durante el viaje a Buenos Aires, la llegada al complejo de Ezeiza y la caravana que tuvo como final la travesía en helicóptero, Paulo Dybala pudo pasar unas horas en su ciudad Laguna Larga. En la mitad de un martes inolvidable la ex figura de Juventus en su cuenta de instagram transmitió su felicidad: "No sirven muchas palabras...este día será inolvidable para todos. MUCHAS GRACIAS ARGENTINA !!!

Antes de visitar a sus seres queridos cuando llegó a Córdoba después de compartir el viaje con Lionel Messi y Ángel Di María hasta Rosario, el delantero de Roma en medio de la algarabía aseguró en dialogo con algunos corresponsales: “Estoy muy feliz, pero muy cansado. Me voy a Laguna a saludar a la gente de allá. No hay dimensión".

Luego, más distendido en su lugar en el mundo narró todo lo que vivió cuando ingresó en el partido contra Francia: “Cuando el técnico me llamó para entrar, sabía que era para los penales. Y entonces tenía que tratar de tener la cabeza lo más fría posible. No es fácil porque no todos los días se juega una final del mundo. Se me hizo larguísimo el momento de caminar hasta la pelota. No llegaba más. Había hablado con el Dibu. Él me había aconsejado tirar al medio después de que ellos habían errado. Yo iba a cruzar el remate, el arquero se tiró a ese palo, pero escuché lo que dijo mi compañero”.

Con respecto al festejo trunco junto a la gente en el Obelisco el ex atacante de Instituto y Palermo señaló: “Lamentablemente no pudimos saludar a todos hoy, pero fue increíble, no hay dimensión. Estamos muy agradecidos a la gente que sufrió igual que nosotros y ahora está disfrutando igual que nosotros”. Por último Dybala afirmó: “En el fútbol puede pasar de todo, pero va a quedar como la final más linda de todos los mundiales”.