Primer paso. En el segundo torneo de importancia en el Viejo Continente, Juventus es firme candidato a llegar hasta instancias finales y según las distintas casas de apuesta lo dan como favorito a levantar el trofeo de la Europa League. Y hoy fue una prueba de esto, el equipo conducido por Massimiliano Allegri sufrió más de la cuenta para derrotar al durísimo Friburgo por 1-0 y sacó un buen resultado pensando en el desquite de la próxima semana.

Cuando, el elenco de Turín no encontraba los caminos a los ocho minutos del segundo tiempo apareció un salvador en este último tiempo, se trata de Ángel Di María el hombre que su principal sinónimo es aparecer en los encuentros claves. En una jugada rápida por izquierda, Filip Kostic no dejo salir una pelota que parecía perdida y el serbio ubico rápidamente la diagonal del extremo de la Scaloneta que piso el aérea para cabecear ese preciso centro del ex futbolista del Eintranch Fráncfort.

 

Con un testazo que hizo estrellar el travesaño del arco defendido por Mark Flekken y estampo la única emoción del encuentro para el delirio en el Allianz Stadium. A los dieciocho minutos de ese último capítulo, Anastasios Sidiropoulos-árbitro del compromiso-, anuló el empate de Lucas Holer por una mano en la jugada previa y el juez principal tras una breve observación en el VAR no convalidó el gol del “9”.

Por otra parte, la racha del Fideo por Europa League es increíble: cuatro tanto en los últimos cuatro cotejos y venía de facturar un hat-trick en la llave anterior ante Nantes. Solamente, Di María fue el único de los argentinos que tuvo participación, mientras que Enzo Barrenechea, Matías Soulé y Leandro Paredes estuvieron sentado en el banco de suplentes del club que milita en la Serie A.