Rápido, preciso, ofensivo y explosivo. Así fue All Boys desde el minuto cero del duelo de anoche ante Gimnasia de Mendoza. A pesar de que estos adjetivos hacen pensar que el equipo de Gabriel Perrone apabulló a su rival, pero la realidad no es del todo fiel.

Si bien el equipo local fue mucho más que superior, ese dominio no se reflejó exactamente en el marcador. El 2-0 con el que terminó el encuentro fue poco para el desarrollo del mismo. 

Sacó el Albo, que quería volver a la victoria en su cancha. Tres jugadores tocaron la pelota cuando, con 12 segundos jugados, Emanuel Perea marcó el primero. Sin embargo, el línea marcó offside de Ramiro Leone, que estaba perfectamente habilitado.

Este error arbitral no bajoneó a los locales, que seguían buscando el primer tanto. No pasó mucho tiempo para que este llegara para hacer vibrar el Malvinas Argentinas. 

El error del lineman se repitió a los cinco minutos, pero para el otro bando. Picó en posición adelantada Jonathan López, eludió a Matías Alasia y se iba para el gol, pero el arquero lo derrumbó, generando el penal para los de azul. El guardameta debió haber sido expulsado, pero el árbitro, Mauro Giannini, sólo mostró la tarjeta amarilla. Esto sería clave, ya que Alasia terminó siendo figura.

Marcos Pirchio se encargó de definir la sanción y convertir el penal en gol, haciendo una extraña justicia para que su equipo se pusiera por encima del Lobo mendocino. 

Sólo debieron pasar 10 minutos más para que la ecuación se repita. Pase profundo de Leone, pique veloz de López ante una defensa muy lenta y enfrentamiento con el arquero. Esta vez, ya en el área, no hubo finta del '7' para el guardavalla, sino un gran enganche para que el defensa que llegaba desesperado pase de largo y, bien perfilado, poder sacar el remate que culminó en gol.

Con esa fórmula, All Boys se cansó de incomodar a Alasia y dejar expuestos los problemas defensivos de la visita. Gerardo Corvalán, Raúl Albornoz y Julián Carabalí eran un colador en la zaga mendocina, no pudiendo frenar nunca los arranques de Joni López.

Luego del entretiempo, el trámite del partido seguía igual, algo que dejaba prever que se avecinaba una goleada del Albo ante su público. Esta esperanza se agrandó a los 50 minutos, cuando Carabalí, de muy mala actuación, tomó ingenuamente en el área a Perea, generando el segundo penal de la jornada para los de Perrone.

El que se plantó frente a la pelota fue, nuevamente, Pirchio. Sin embargo, esta vez, el remate del buen delantero se fue muy desviado, varios metros por encima del travesaño. Se salvaba Gimnasia, que, aún así, no reaccionaba. 

Tanto así que, a pesar de las advertencias del referí, se dio una nueva infracción en el área. El mismo Carabalí, que ya estaba amonestado, tumbó a Maximiliano Pellegrino, derivando en un nuevo tiro desde el punto de penalty y su expulsión.

Esta vez, tomó la responsabilidad López, que quería ratificarse como figura del encuentro anotando su doblete. Paradójicamente, contrario a esto, lo que logró fue terminar de elevar al mejor del partido, que no fue él, sino Alasia, que adivinó la trayectoria de la pelota y evitó el tercer tanto de los de Floresta. Tres penales en un partido, dos errados; nadie lo podía creer.

All Boys siguió siendo más que Gimnasia. Nunca peligró su victoria. Menos aún cuando, a falta de 10 para el pitazo final, Ramiro Pereyra, ingresado 20 minutos antes, se hizo expulsar de mala forma, por una falta innecesaria en mitad de cancha.

Dos hombres de más, 2-0 en el marcador, tres penales en un partido y la afición de su lado; todo estaba a favor de All Boys, que no pudo ampliar la diferencia gracias a un excelente Matías Alasia, que fue, justamente, el mejor de la cancha.

La próxima fecha ofrece la visita del Albo a Santiago del Estero para enfrentar al colista de la clasificación, Central Córdoba, el sábado. Por su parte, el mismo día, los mendocinos recibirán a Douglas Haig. 

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