Atlético Paraná sigue sin levantar cabeza. A pesar de leves mejorías en lo futbolístico y actitudinal, no pasó del empate en cero ante Juventud Unida de Gualeguaychú en el Pedro Mutio, en un encuentro válido por la fecha 25 de la Primera B Nacional. 

El conjunto dirigido por Darío Ortíz volvió a mostrar deficiencias en el juego. Le faltó profundidad para vulnerar a la defensa rival, y en muchas ocasiones, recurrió al pelotazo para saltear líneas y evitar la presión. En el complemento, tuvo chances para ponerse en ventaja pero nuevamente la mala definición y la mala fortuna le jugaron en contra ante un equipo que, por momentos, trató de presionar en el medio para recuperar la pelota y salir rápido, y en otros, buscó agruparse bien en defensa y atacar con poca gente. 

Antes de enfrentarse a Juventud Unida, algunos jugadores declararon en los medios que este equipo muestra una doble personalidad en los partidos: comienza bien y termina mal, o viceversa. Una vez más, el Gato jugó un mal primer tiempo, y en la segunda etapa mejoró su rendimiento, tuvo otra actitud y hasta pudo haberlo ganado.

La parte mental volvió a ser un factor condicionante en el Decano. Al jugar con la obligación de tener que ganar o ganar y, además, esperar que se den otros resultados para acomodarse en los promedios, los jugadores salieron al campo de juego con una presión extra, lo cual no es para nada favorable al momento de competir por los tres puntos. La frustración y la impotencia se vieron presentes nuevamente en los rostros de los futbolistas, que a pesar de intentar e intentar por todos los medios para conseguir la victoria, esta vez tampoco fue la excepción.

Por otro lado, a diferencia de las derrotas ante Santamarina (2-1) y Flandria (1-0) la semana pasada, frente al conjunto de Carlos Marchi el rendimiento defensivo fue aceptable. El retroceso en las transiciones del rival fue bueno. Manchot y Paulucci pudieron contener al siempre inquieto Alexis Blanco. Leonardo Morales y Guido Rancez estuvieron sólidos en la marca. Pablo Migliore respondió cuando tuvo que responder y tuvo una buena actuación en su debut oficial en el arco del Rojiblanco. 

Si quiere salir de este mal momento, el Decano deberá mejorar en varios aspectos. Entre ellos, aprender a manejar la ansiedad cuando no consigue ponerse en ventaja; tener mejor elaboración de juego y no tirar tantos pelotazos a Cadenazzi para evitar la presión; serenarse a la hora de manejar la pelota para encontrar los espacios; y sobre todo, tener mayor efectividad al momento de definir, ya que convirtió apenas tres goles en los cinco partidos que disputó en este año. 

Esperemos que Atlético Paraná pueda traerse los tres puntos a Paraná en el duro duelo que tendrá ante Los Andes en Lomas de Zamora la próxima semana.

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