Las jugadas se construyen a partir de un buen medio campo, con buena precisión en los pases, regates y una buena visión del juego. El plantel en esa zona del campo parecía tener todo lo necesario pero hizo falta una chispa, como la que tenían el ecuatoriano Juan Cazares o el colombiano Mauricio Cuero, que iniciara la reacción en cadena para lograr lo que más importa en el fútbol, el gol.

Con Walter Erviti como abanderado, el equipo no logró encontrar la solidez y verticalidad que mostró el campeonato pasado. El propio Erviti fue el más destacado de la mitad de cancha del Taladro y el que más partidos disputó (15). Otro de los jugadores de buena labor fue el 5, Iván Rossi. El juvenil que debutó el torneo pasado de la mano de Claudio Vivas, pudo afianzarse en el puesto y quedarse con la titularidad, lo que le permitió jugar desde el arranque 11 veces.

Otro jugador que tuvo un rendimiento aceptable fue Brian Sarmiento, quien llegó como refuerzo y disputo 9 partidos con la camiseta de Banfield. No hay que pasar por alto las actuaciones de Franco Colela y Thomas Rodríguez, quienes también tuvieron un correcto rendimiento. Colela jugó 10 partidos y Rodríguez 8. Otros juveniles, como Eric Remedi y Nahuel Yeri, jugaron 6 partidos cada uno pero no lograron destacarse, aunque mostraron un gran potencial.

Los jugadores que no tuvieron muchas chances en la primera parte del 2016 en el Taladro fueron Emanuel Cecchini, Luciano Gómez, Miguel Escobar, Lihué Prichoda (convirtió un gol) y Romel Morales.