La última presentación de la Academia fue clave para matar fantasmas y calmar las aguas. Tras un cruce de palabras en la semana entre Lisandro López y Ricardo Zielinski por el estilo de juego del club blanquiceleste, dos goles del ex jugador del Lyon y uno de Gustavo Bou aplastaron a Independiente en el Cilindro. Esos tres puntos los ubicaron a 5 de la cima, pero con otro clásico en frente. Boca en la Bombonera, donde obtuvo un triunfo en su último encuentro. De hecho, no pierde ante el Xeneize por torneos locales desde el 2013, cuando cayó por 2-1.

Hay que destacar que en condición de visitante tuvo un gran arranque, venciendo a San Martín en San Juan y a Vélez en Liniers, pero esa victoria en la cuarta fecha fueron sus últimos tres puntos fuera de casa. Después, cayó dos veces seguidas, en la cancha de Atlético Rafaela y ante el puntero Estudiantes, y empató en su última salida de Avellaneda, 1-1 contra Huracán.

Lo más llamativo de los dirigidos por el ex entrenador de Belgrano es el aspecto ofensivo. Los autores de los goles en el clásico de la semana pasada están atravesando un gran momento, con cuatro tantos cada uno en lo que va del torneo. Pero también hay que mencionar que su mejor jugador de la temporada, Marcos Acuña, no va a ser parte del encuentro, ya que se resintió de una lesión que lo tuvo en duda para recibir a los dirigidos por Gabriel Milito la semana pasada.

Por otra parte, el aspecto defensivo también merece ser destacado. Una especialidad del DT, solo recibieron nueve goles, pero de los cuales cinco llegaron en las dos derrotas fuera de casa mencionadas. Con cinco vallas invictas para Agustín Orion y la ausencia del goleador azul y oro, Darío Benedetto, no va a ser fácil romper el cero. Un triunfo en La Boca puede dejar al de Avellaneda a dos puntos de la cima. Al local lo puede dejar a uno. Ganar es crucial, y en la cancha ambos equipos van a salir desde el arranque a tratar de quedarse con tres puntos vitales.