La camiseta de Boca, sagrada y única, no es para cualquiera. Muchos fueron los jugadores que la vistieron y son algunos pocos los que comprendieron el significado de la misma. Aquellos que lograron defenderla con alma y vida, intentan transmitir, a quienes se encuentran en la institución actualmente, la mayor experiencia posible y todo lo que abarca formar parte de Boca Juniors.

Estas líneas carecen de algún tipo de acusación ni mucho menos, simplemente es una breve opinión que, seguramente, el verdadero hincha comprenderá y compartirá.

Un jugador de Boca, es considerado como tal, las 24 horas del día. Por este motivo es una exigencia que todo integrante del club debe cumplir sin ninguna excepción. Muchas veces puede no tenerse en cuenta que cualquier acción realizada públicamente puede afectar directa o indirectamente a la institución y acarrear diferentes consecuencias.

En este último tiempo, Boca se vio afectado por diversos acontecimientos protagonizados por algunos de sus jugadores, a causa de esto, el Xeneize estuvo en el ojo de la tormenta. Realizando hincapié en que predominó lo extrafutbolístico por sobre lo futbolístico.

A raíz de estas circunstancias, existió la necesidad de tomar medidas en el asunto y sancionar a los responsables. La realidad es que nadie se encuentra exento de nada, como tampoco autorizado para juzgar al otro sin piedad. Muchas veces sería apropiado que, ante cada acontecimiento que se desee comentar, cada persona que decide dar su opinión, por un momento se sitúe en el lugar del otro, debido a que se habla sin pensar en la reacción que cada uno tendría en una misma situación.

Cabe destacar que no se pretende dar a entender que la decisión de sancionar es inadecuada, al contrario, es obligatorio que se impongan límites y exijan su cumplimiento. Es por ello que cada jugador debe comprender el rol que cumple dentro del plantel como también fuera de él.

Boca Juniors no es un club más, es uno de los más importantes del mundo, por lo tanto quienes sean los encargados de defender sus colores, deberán tomar conciencia de su accionar para no exponerse personalmente y, al mismo tiempo, dañar la imagen del club.