El juego de este domingo dentro de tantas pálidas, Guillermo Barros Schelotto se puede quedar conforme sabiendo que Wilmar Barrios se adaptó al Mundo Boca y está listo para seguir los mismos pasos que su coterráneo Mauricio Serna, ídolo del club.

En el juego ante Patronato mostró mucho oficio para hacerle frente a los volantes rivales y robarles el balón una y otra vez. Fue la rueda de auxilio de los defensores cuando éstos estaban en apuros pero no fue lo único destacable sino que también tuvo una gran tarea en ofensiva donde se las arregló para salir de la presión del rival y tratar de empezar limpia las acciones ofensivas.

Wilkpo, en más de una vez se ganó los aplausos y la aprobación del público Xeneize presente en La Bombonera donde dieron cuenta de un despliegue y un ida y vuelta incesante del colombiano, que vino como apuesta y ahora se lo puede visualizar como un jugador vital del primer equipo. 

Su sacrificio a lo largo del juego se vio interrumpido por los constantes golpes que recibió, sobre todo en el final del juego, donde ya entre algodones trató de continuar sin éxito y tuvo que abandonar el campo reemplazado por Leonardo Jara. A partir de su salida, el equipo de la Ribera no logró la solidez que tenía cuando el colombiano estaba en cancha y eso tuvo consecuencias en el gol, donde Jara tendría que haber colaborado y tapado el hueco grande que dejó la defensa para que Patronato convierta el empate final.

Es fundamental y necesario. Barrio corrió, robó y fue el mejor del juego. Con Barrios, Boca es otro y el Mellizo anotó su nombre para el futuro. Barrios ganó terreno en la consideración y no sería raro verlo entre los inamovibles del equipo del Guille.