Un título más, otra vuelta olímpica que se suma a las tantas que se consiguieron en la historia. Un torneo que fue muy extenso por el desarrollo del mismo, por el paro que se desarrolló a mitad de torneo y por otros sucesos, pero que ha culminado de la mejor manera. Un cuento que finalizó con un final feliz.

Hay un viejo dicho que menciona: “Para ser campeón, tenes que ser el mejor”. Y vaya si lo fue. Boca Juniors tuvo altibajos pero mantuvo una cierta regularidad, se sobrepuso ante algunos dilemas, y algunas situaciones que plasmaron la famosa “chapa de campeón" con destellos de buen juego y gran actitud. Si bien, hubo varios perseguidores a lo largo de este extenso campeonato, en el mano a mano el Xeneize ganó por KO haciendo hincapié en los partidos ante los equipos grandes. Un motivo para ser campeón.

Este torneo tuvo muchos momentos, algunos imprescindibles y que no pueden dejar de nombrarse para ser destacados. La seguidilla de clásicos a mitad del torneo fue la cúspide para marcar el impulso a la cima, acompañado del regreso de Fernando Gago quien mostró un nivel superlativo en los tres partidos. No solamente lo realizó en lo personal, sino que el propio Pintita potenció a sus compañeros. Uno de ellos fue Carlos Tevez quien desempeñó un partido de película ante el rival de toda la vida. Otro motivo para ser campeón.

Párrafo aparte para el entrenador. Guillermo Barros Schelotto, el famoso mellizo que cosechó la suma de 17 títulos como en este club -16 como jugador y el 1º como DT-. Hace pocos días sumó otra vuelta olímpica pero esta vez con otro tipo de responsabilidad y cargo, metiéndose en un lugar privilegiado en la historia del club ganando competencias con los botines puestos y vestido de saco y corbata.

El mismo entrenador que debió improvisar por momentos debido a las lesiones sufridas. El mismo entrenador que tuvo que cambiar la táctica con la partida de sus soldados en el último mercado de pases. El mismo entrenador que brindó respaldo a sus “muchachos” cuando sucedieron episodios extrafutbolísticos. El mismo entrenador que puso la cara y recibió críticas destructivas. Ese mismo entrenador fue el que le otorgó al Xeneize otra vuelta más. Mucho mérito del Mellizo al sobreponerse ante los conflictos y resolverlos de la mejor manera posible. Otro motivo para ser campeón.

No hay campeón solamente con un entrenador. Los players también fueron artífices de este nuevo logro. Desde la lesión de Sara hasta el arribo de Rossi pasando en el medio la presencia de Werner. Una defensa que fue modificada en los últimos pasos debido a los rendimientos y algunas lesiones que dieron pie a las variantes, aunque realizando un análisis en profundidad la tarea de los defensores ha sido aprobada ya que fue uno de los equipos con menos goles recibidos.

Los volantes aportaron para este título. Al nombrar esta posición, seguramente se vendrán a la cabeza dos nombres: Fernando Gago y Wilmar Barrios. El primero de ellos indudablemente será recordado por su vuelta a las canchas luego de estar mucho tiempo en inactividad y realizándolo en la seguidilla de clásicos mostrando chispazos de elegancia y sutileza en su juego. El segundo será por los últimos partidos. Con la partida de Rodrigo Bentancur al Mundial Sub-20, el jugador cafetero se ganó el puesto con entrega y sacrificio obteniendo como un premio la ovación y el aplauso del pueblo xeneize.

Los delanteros también aportaron lo suyo con una gran cantidad de goles. Puntualizando en las anotaciones todas las miradas se desviarán para Darío Benedetto, ese nº9 que fue cuestionado en el comienzo y que ahora este artillero intratable va camino a ser el goleador del torneo, siendo además la figura indiscutida del campeonato. Otras de las presencias que han sido indispensables en la ofensiva fueron Carlos Tevez, figura en gran parte de la primera etapa del campeonato y Ricardo Centurión que con su gambeta y sus firuletes, realizó una gran labor y se ganó el cariño del hincha. Por todas estas figuras, son otro de los motivos.

¿Y si pasamos a las estadísticas? Boca fue: El equipo más goleador del torneo -60 goles- y uno de los clubes con menos goles recibidos. Continuando con los datos, Boca tiene a Darío Benedetto, que por el momento es el máximo artillero del torneo con sus 19 tantos. Además, es el equipo con más victorias y menos derrotas. Más motivos para ser campeón.

Estadísticas, momentos, figuras, jugadores, regresos, revelaciones, cambios de tácticas, clásicos y entrenadores son algunas de las palabras que estuvieron presentes para diferenciar de Boca al resto. Palabras que han sido remarcadas para notar de la diferencia de un equipo con los demás. Con un nuevo campeonato obtenido para el Xeneize, creo que ya no quedan dudas del cómo y el por qué. Creo que nos sobran los motivos.

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Nicolas Gonzalez
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