En el día domingo, en La Bombonera, Boca recibirá a Arsenal por una nueva fecha del torneo local. El mejor resultado que tuvo el Xeneize jugando en casa ante los de Sarandí fue en el Clausura 2010 en onde lo supero por 4 a 0, con goles de Palermo, Chávez y Riquelme.

En un encuentro que quedó en la historia como el día en el que Martín Palermo se convirtió en el máximo goleador de la institución. "El Loco" dejó atrás una sequía de seis partidos, hizo dos en el 4-0 y llegó a las 220 conquistas, dejó atrás los 218 de Roberto Cherro y fue fundamental para que el Xeneize volviera al triunfo luego de tres derrotas seguidas.
Un débil Arsenal fue el rival que estaba esperando el equipo ahora conducido por Roberto Pompei para terminar con las tristezas y un cuarto de hora fue suficiente para sentenciar el duelo, de la mano de su goleador y de Juan Román Riquelme, otra pieza importante en la victoria de esa tarde-noche.

A los siete, Palermo avisó con un zurdazo que se fue por el primer palo tras una muy buena maniobra personal y dos minutos más tarde se metió en la historia del club: Riquelme hizo una pared con Nicolás Gaitán, enfrentó a Cristian Campestrini, lo vio llegar solo al "Loco" y éste tuvo que empujarla para cantar el primer gol. El festejo fue curioso: Martín lo buscaba al Torero para agradecerle la asistencia, pero el enganche decidió correr solo de cara a la gente.
Antes que los del Viaducto pudieran reaccionar, Boca golpeó otra vez. A los 11`, Riquelme volvió a encontrar a Gaitán, el zurdo sacó un remate cruzado que fue rechazado por Campestrini y Cristian Chávez únicamente tuvo que tocar el balón a la red para que el elenco azul y oro pasara a ganar por 2-0. El encuentro, correspondiente a la décima cuarta fecha, ya empezaba a sentenciarse.

El local se tomó un respiro con la clara ventaja y recién a la media hora Javier García, quien volvió a ser titular, tuvo trabajo con un derechazo de Sergio Sena. En el cierre de la etapa inicial, Riquelme tuvo el tercero, pero su zurdazo, muy débil, quedó en las manos del arquero visitante. El partido quedó sentenciado al minuto del complemento: cuando Riquelme encaró por la derecha, se sacó la marca de un defensor y metió un gran remate que se clavó lejos del alcance de Campestrini. A los 17 del complemento; Gaitán fue quien quedó mano a mano con el arquero de Arsenal, asistió a Palermo y el goleador, otra vez, solamente tuvo que empujarla. Después el resto estuvo de más, porque el Arse no tenía mucho juego y las pocas ocasiones que tenía no la aprovechaba por la desprolijidad. La historia ya estaba escrita, aunque Boca buscaba más; finalmente el encuentro termino por la diferencia de cuatros tantos contra cero.

Boca 4-0 Arsenal

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