A principios de 2017, Guillermo Barros Schelotto mantenía siempre una duda Frank Fabra o Jonathan Silva. Ambos jugadores tienen una buena pegada y suelen llegar al ataque, pero el DT tenía una leve predilección por el ex Estudiantes de La Plata, considerando que tenía un poco más de marca que el colombiano. Sin embargo, el lateral cafetero terminó siendo un jugador clave en el equipo de la Ribera; a fuerza de sacrificio y buen juego, se ganó su lugar y hoy parece inamovible.

La lucha por adueñarse del lateral izquierdo era muy dura, no había mucha diferencia en el nivel entre Silva y Fabra. Sin embargo, el ex Estudiantes era uno de los preferidos del técnico, por lo que las chances del colombiano en el primer equipo eran efímeras. Pese a esto, el oriundo de La Plata no fue garantía para la defensa y debido a sus flojos rendimientos, Guillermo no vio otra opción que meter mano en el equipo. El ex Independiente de Medellín no desaprovechó sus chances de ser titular y demostró que puede hacer la banda los 90 minutos y ser una gran opción en ataque.

Una vez finalizado el torneo y pese a la insistencia del DT porque se quedara, Jonathan Silva regresó a Portugal para incorporarse, nuevamente, al Sporting de Lisboa, equipo que no quiso negociar con Boca Juniors por la continuidad del ex Estudiantes en el conjunto de la Ribera, ya que el técnico lo iba a tener en cuenta para la próxima temporada. De todas maneras, al no lograr que el platense continúe en el club, la dirigencia no salió a buscar otro lateral izquierdo y el puesto quedó cubierto con Fabra.

En la segunda mitad del año, el colombiano fue un jugador fundamental para el conjunto de los Mellizos Barros Schelotto. Fabra fue una de las principales armas sorpresas en el ataque, logrando llegar al arco en reiteradas oportunidades, aunque no siempre logró convertir. 

En el torneo local, el colombiano de 26 años disputó 12 partidos con la camiseta xeneize, en los cuales realizó ocho disparos al arco, convirtió un gol y brindó dos asistencias. Fabra se ganó el cariño de la gente, la confianza de Guillermo y sus compañeros a partir de su entrega y un rendimiento positivo.

Sus buenas actuaciones llamaron la atención de los equipos europeos y de algunos brasileños. Su continuidad en el equipo no es 100% segura, aunque al igual que todo el Mundo Boca tiene la Copa Libertadores entre ceja y ceja, lo cual podría seducir al colombiano para continuar, al menos, por seis meses más.