El partido estuvo lejos de ser lo que la previa anticipó. Chacarita llegó a Caballito con la posiblidad de prenderse en lo más alto de la tabla, pero poco hizo para alcanzar ese objetivo.

Desde el arranque, Ferro fue un equipo arrollador. A los tres minutos y tras una escalada por izquierda de Bazán, que fue derribado por Milla en el área, los locales ya contaban con un penal en su favor. Salmerón lo cambió por gol y a Chaca el partido se le hizo cuesta arriba. Si bien abajo Fernández y Rocaniere pudieron contener al autor del gol, en mitad de cancha el funebrero no fue claro. Manso estuvo controlado por Mozzo y Menéndez se vio incapaz de aportarle al equipo esa dósis de desequilibrio que tiene acostumbrado a regalar.

La única de los de Biggeri en aquel primer tiempo fue la que tuvo Rocaniere, que conectó un centro de Manso. La pelota la controló el bueno de Albil. Las sensaciones que dejaron los primeros 45 minutos cuando Echenique dictaminó el final, eran que Ferro pudo haberse ido con una ventaja mayor al descanso.

Para la etapa complementaria, el verdolaga salió a repetir la misma versión y dominó al rival gran parte del tiempo. Ni siquiera los ingresos de Soto Torres, Aliendro y Casa, que aportaron movilidad, pudieron limpiar la imagen otorgada anteriormente. Pero con el correr de los minutos, el local se impacientó y no pudo liquidarlo. El tricolor supo aprovechar el momento de nerviosismo y pegó cuando el tiempo lo indicó. A once del final, Casa habilitó a Milla y este sacó un remate furioso cuando entraba al área. Imposible de atajar para Albil.

El desenlace del partido mostró a un Ferro apenado por lo sucedido y a un Chacarita conforme. Solo restó el pitazo final en la noche de Caballito. Ahora, los locales quedaron con diez y los de Biggeri con once, a uno del líder Los Andes que juega el jueves.