Un final emocionante y sufrido se vivió en el Estadio Único de La Plata en la tarde del sábado. Demasiado, se podría decir, teniendo en cuenta lo tranquilo que había sido el transcurso del partido para el elenco de Nelson Vivas.

Es que desde el arranque nomás se pudo vislumbrar la idea de ambos equipos, que se mantendría durante gran parte del cotejo. La del local: de tomar la iniciativa en el juego e ir a buscar los tres puntos, siempre intentado ser prolijo con la pelota, y utilizando la posesión para abrir la cancha y lastimar por las bandas. Y la del visitante: ser un equipo compacto, cediendo la iniciativa, y buscando el ataque rápido mediante la recuperación del balón.

Pese a la superioridad del Pincha, en el primer tiempo pasó muy poco. Al local le costó mucho llegar con claridad al arco defendido por Jorge Broun, y por eso apenas se pueden destacar un par de aproximaciones de riesgo. Hasta el momento, Daniel Sappa era un espectador de lujo, ya que los Sabaleros casi no patearon al arco en la primera mitad. Pero de movida, en el comienzo del segundo tiempo, el gol tempranero y los cambios de Vivas le cambiaron la cara al a equipo.

La primer variante fue Ignacio Bailone por Augusto Solari, dejando a Carlos Auzqui como volante por derecha. De esta manera, a los 12' del complemento, Estudiantes conseguiría abrir el marcador. Gran centro de Auzqui, esta vez desde el lado izquierdo, y mejor cabezazo de Lucas Viatri para mandar la pelota al fondo de la red. Un golazo, de esos que se le venían pidiendo al nueve.

Con el resultado adverso, el equipo de Paolo Montero debió adelantarse en el campo de juego, y por ende, el conjunto albirrojo empezó a tener cada vez más espacios. Ingresaron Cavallaro y Vargas, y ambos tuvieron sus chances para definirlo, y no lo consiguieron.

A falta de 7' para el cierre del encuentro, llegaría la más clara para los visitantes. Una peinada de Pablo Ledesma que Sappa sacó del ángulo. Colón avisaba, y la figura del joven arquero comenzaba a agigantarse. Estudiantes continuó desaprovechando sus situaciones y, como dicen, eso a veces se paga caro.

Y así fue como en dos jugadas se descompaginó todo, y por unos minutos, a los hinchas allí presentes se les paralizó el corazón. A falta de escasos minutos para el final, con la expulsión de Braña, y en la jugada siguiente, el penal de Ascacibar, parecía que al Pincha se le escapaba un partido que había dominado cómodamente, se le escapaban dos puntos, de esos que se lamentan siempre al final de cada campeonato.

Pero fue allí cuando apareció en todo su explendor Sappa, el mini Andújar, y con una volada espectacular hacia su palo derecho evitó el gol de Ledesma, y el festejo de los santafesinos.

Una tarde soñada para el Pepi, que descolgó todo lo que pasó por su área, y, cuando tuvo que hacerlo, se vistió de héroe para darle la victoria a su equipo.

El atajadón en el penal se gritó como un gol en las tribunas y la alegría fue toda de los jugadores y la gente de Estudiantes. ¿Cómo no festejar? Si el Pincha está dulce: sigue puntero (llegó a 26 unidades), y estira ventaja sobre el resto (5 puntos) y el invicto, que ya lleva 21 partidos.

El penal atajado por Sappa

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Sobre el autor
Tomás Blanco
Redactor y cronista en Estudiantes LP.